Esta imagen, la de una cervecera abasteciendo a un tanque no volverá a repertirse a partir de este viernes.
Esta imagen, la de una cervecera abasteciendo a un tanque no volverá a repertirse a partir de este viernes. No para el fabricante De Halve Maan (La Media Luna) de la ciudad belga de Brujas.
Esta empresa ha hecho construir una tubería de más de tres kilómetros por la que exportar la cerveza y de esta forma evitar que se vean perjudicadas las calles de la ciudad medieval, protegida por la Unesco.
“Fue muy importante encontrar esta solución para nuestro problema de movilidad. Si queremos trabajar de forma eficiente, de vez en cuando tenemos que dejar que los camiones entren en la ciudad y eso es lo que no nos gusta, porque siempre es un riesgo para los edificios históricos y calles”, ha dicho el alcalde de Brujas.
Hasta 4.000 litros de cerveza pueden recorrer los más de tres kilómetros que separan a la fábrica de cerveza de la planta embotelladora, ubicada en una zona industrial.
Un proyecto, cuyo 10% ha sido financiado por crowfunding, que ha costado cuatro millones de euros.