El ciclista belga tenía 23 años y era la primera vez que disputaba esta ronda clásica del ciclismo.
Según un comunicado de su equipo, el Vérandas Willems-Crélan, Goolaerts murió en el hospital de Lille de un paro cardíaco a pesar de todos los esfuerzos del personal médico.
Los participantes se habían encontrado al joven belga desplomado en el suelo unos cien kilómetros después de la salida, en el tramo que va de Viesly a Briastre.
Esta clásica París-Roubaix, de solo una jornada, está considerada como una de las pruebas ciclistas más duras del mundo ya que los participantes tienen que completar 260 kilómetros.