El ejecutivo catalán llegó a la reunión pidiendo la liberación de los dirigentes independentistas y un nuevo referéndum. Esta ha sido la primera comisión bilateral Estado-Generalitat en siete años, con el objetivo declarado de recuperar la "normalidad institucional".
La reunión en el Palau de la Generalitat entre el Gobierno español y el catalán ha acabado sin ningún acuerdo concreto y con la constatación de que existen "profundas discrepancias".
La ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, llegó con un objetivo claro, recuperar la normalidad institucional y encauzar el diálogo.
Pero del lado catalán, el consejero Ernest Maragall pretendía hablar de liberación de los dirigentes independentistas y de un nuevo referéndum, temas que el Gobierno dejó claro que escapan a su competencia.
La reunión ha servido para crear tres comisiones mixtas y cuatro subcomisiones para abordar cuestiones económicas, de infraestructuras o la retirada de los recursos de inconstitucionalidad.
Esta Comisión bilateral Estado-Generalitat es la primera que se ha celebrado en los últimos siete años, al calor del nuevo clima de recuperación del diálogo impulsado por el gobierno de Pedro Sánchez.