El ultraderechista y el candidato del PT apuran los últimos días de campaña electoral en un Brasil más polarizado que nunca.
Jair Bolsonaro y Fernando Haddad continúan sin descanso su carrera hacia la presidencia de Brasil. Y lo hacen, en el caso de Bolsonaro, con imágenes cada vez más llamativas. El candidato del PSL visitaba este lunes el cuartel general del BOPE, la policía militar de Río de Janeiro. Allí prometió a los agentes que pronto habría "uno de los nuestros" en Brasilia, en clara referencia a la película Tropa de Élite, y se despidió con el famoso grito del Bope: "Calavera", el lema del batallón.
Fernando Haddad, actualmente por detrás de Bolsonaro en las encuestas, continúa por su parte con su lucha particular, que no es otra que recordar al alectorado quién es su rival, un hombre que ha "despreciado la democracia" a lo largo de toda su vida y que podría terminar con ella de acabar ganando las elecciones.
Pero en su discurso Haddad también reconoce los errores que ha cometido su Partido de los Trabajadores a lo largo de los últimos años, y que en buena medida se han traducido en el hartazgo de millones de brasileños y en el sorprendente crecimiento del partido del ultraderechista Bolsonaro.
La fecha límite, 28 de octubre, se acerca, y un Brasil más polarizado que nunca deberá decidir entre el ya conocido PT o un cambio radical, con todo el significado de esa palabra.