Violando la prohibición de las autoridades italianas, el barco humanitario Sea Watch ha entrado en sus aguas territoriales para desembarcar a 42 inmigrantes que rescató hace casi dos semanas. El ministro italino de Interior ha estallado: "estoy harto y hablo en nombre de 60 millones de italianos"
Brama el Ejecutivo italiano tras el desafío humanitario lanzado por el See Watch, un barco con cuarenta y dos inmigrantes a bordo que ha desobedecido la prohibición de las autoridades italianas de entrar en sus aguas territoriales. La nave, que los rescató hace casi dos semanas, navega bajo bandera holandesa, se dirige hacia Lampedusa. El ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, ha lanzado esta advertencia: "Les estamos advirtiendo: usaremos cualquier medio que nos permita la democracia para detener esta masacre de la ley. Obviamente el gobierno holandés y el gobierno alemán serán responsables de esto, ya que esta ONG y su tripulación son alemanas. Estoy harto y hablo en nombre de 60 millones de italianos".
La ONG, que alega motivos de emergencia humanitaria, ha criticado la reciente decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de no imponer a Italia la obligación de dar puerto al See Watch, un barco que posiblemente será incautado. La organización puede ser sancionada con una multa de cincuenta mil euros y su capitana afrontar consecuencias penales.