Bruselas se prepara para el peor de los escenarios y propone dar ayuda financiera a los sectores más golpeados de este engorroso divorcio comunitario, a pesar de que el Parlamento Británico aprobase un proyecto de ley que busca vetar una salida sin acuerdo.
La Comisión Europea dará ayuda financiera a las empresas, los trabajadores y los agricultores de la Unión Europea en el caso de un Brexit sin acuerdo, dice el documento.
El martes, una alianza de diputados de la oposición en la Cámara Baja de los Comunes ganó una votación para un proyecto de ley que les permitiría impedir que el primer ministro Boris Johnson persiga un Brexit sin acuerdo.
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La Comisión también quiere utilizar el Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización, creado para ayudar a los trabajadores de la Unión Europea (EU) que pierden sus puestos de trabajo a causa de la globalización, para que los utilicen en el caso de los despedidos tras un "no-transacción", detalla el texto.
El órgano ejecutivo también propuso utilizar todos los instrumentos y ayudas financieras directas a los agricultores de la UE para mitigar el impacto de la prohibición de transacciones en los mercados alimentarios.
En una rueda de prensa, una portavoz de la Comisión dijo que el bloque regional "ahora tenía todas las propuestas necesarias" para un Brexit sin acuerdo, añadiendo "más vale prevenir que lamentar".
Otros aspectos clave establecidos por la Comisión incluyen la colaboración con Irlanda para encontrar la manera de evitar la construcción de una frontera física en la isla y la protección del mercado único de la UE también en una situación en la que no se puede llegar a un acuerdo.
El documento reitera que la única manera de hacerlo era utilizar la solución existente del "backstop irlandés" en el acuerdo de retirada negociado con la UE por el anterior Gobierno británico, y rechazado en tres ocasiones por el Parlamento británico.
En la misma línea, Mina Andreeva, portavoz de la comisión, dijo que el backstop (salvaguardia irlandesa) es la única solución encontrada para "proteger el acuerdo de paz irlandés".
La Comisión observó que la falta de acuerdo tendría un grave impacto económico negativo en ambos, pero sería peor para Reino Unido.
Si Westminster elige la opción de no hacer tratos, la UE sólo discutirá los lazos futuros con Reino Unido una vez que aborde la cuestión de los derechos de los ciudadanos de la UE que llegaron al país antes del Brexit, dijo. Ahora están regulados por el acuerdo de retirada rechazado por los diputados británicos.