La comunidad internacional moviliza en esta primera etapa 250 millones euros, una ayuda de emergencia sin condiciones y apoyo en la recuperación económica posterior a cambio de reformas.
Intensas protestas en Beirut reclaman un cambio de sistema político.
Miles de personas se han concentrado este domingo por segundo día consecutivo en la plaza de los Mártires, en el centro de la capital libanesa.
Responsabilizan a una administración ineficiente y corrupta de la devastadora deflagración en el puerto de Beirut, de material explosivo decomisado y almacenado desde hace seis años.
Reclaman la dimisión inmediata de todos los dirigentes políticos, diputados y cargos empezando por el propio gobierno.
Así ha sido en el caso de la ministra de Información Manal Abdel Samad, que ha dimitido_"Dada la magnitud de la catástrofe causada por la explosión de Beirut que sacudió a la nación e hirió nuestros corazones y mentes, y con respecto a los mártires, y el dolor de los heridos, desaparecidos y desplazados y en respuesta a la voluntad pública de cambio, renuncio al gobierno. Deseo que nuestro amado Líbano tenga una pronta recuperación, unidad, prosperidad y estabilidad"._
De acuerdo con el último recuento oficial, al menos 158 personas perdieron la vida y unas 6.000 están heridas.
La comunidad internacional moviliza en esta primera etapa 250 millones euros, una ayuda de emergencia sin condiciones y apoyo en la recuperación económica posterior a cambio de reformas.
El presidente francés Emmanuel Macron encabezó junto a Naciones Unidas la conferencia de donantes.
En el encuentro por videoconferencia participaron representantes de 28 países y de instituciones como la Unión Europea, Liga Árabe, Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional.
Algunos bomberos españoles han señalado que la cuarentena que les impusieron al llegar ha impedido su intervención en los primeros momentos cuando más posibilidades había de salvar vidas.