El Papa pide que cese la violencia en Birmania, que cuenta más de 150 muertos en las protestas

El pueblo de Birmania sigue levantado contra el golpe militar del 1 de febrero. La sangrienta represión del ejército no ha podido frenar las manifestaciones en el país.
El número de muertes a consecuencia de la violencia policial también está aumentando. En un mes ha habido al menos 150 muertos, según datos de la ONU, entre ellos varias mujeres y niños.
El Papa Francisco se ha unido a los llamamientos de paz. "Yo también me arrodillo en las calles de Myanmar y digo: basta de violencia. Yo también extiendo mis brazos y digo: que prevalezca el diálogo. El derramamiento de sangre no resuelve nada", ha dicho en referencia al gesto de la monja que se puso de rodillas ante los soldados para evitar que disparasen contra los manifestantes.
Más de 2.000 personas siguen detenidas en el país, incluida la antigua jefa del Gobierno Aung San Suu Kyi.
Naciones Unidas llama a actuar de inmediato por la violación de derechos humanos fundamentales que constituyen el asesinato de manifestantes y las presuntas torturas a los detenidos. Y pide ayuda a las víctimas para construir un caso contra la junta militar ante un tribunal internacional. Una junta contra la que la Unión Europea estudia tomar acciones.