En su visita a Lesbos, la Comisaria Ylva Johansson subrayó la importancia de la solidaridad entre los Estados miembros
PUBLICIDADSe construirán nuevos centros de refugiados en cinco islas del Egeo. La Comisaria de Interior de la UE Ylva Johansson confirmó el proyecto para aliviar los atestados campos de refugiados griegos durante su visita a las islas de Samos y Lesbos.
Acompañada por el ministro griego de Μigración y Asilo, subrayó la importancia de la solidaridad entre los Estados miembros de la UE.
"Tenemos que ''europeizar'' la cuestión de la migración y apoyarnos mutuamente y no dejar solo a ningún Estado miembro o isla. Y debo decir también que puedo entender que todo el mundo tiene un límite de paciencia y entiendo que ese límite está cerca", dijo Johansson.
Dos retratos, del Primer Ministro griego, Kyriakos Mitsotakis y de Υlva Johansson, es el obsequio con el que les ha recibido en Lesbos Shukran Shirzad, un solicitante de asilo afgano.
Le encanta pintar, así que preparó su regalo con la intención de enviar un mensaje: "Estos dos retratos son regalos para dos personas que tienen nuestros destinos en sus manos. Es una pena que no haya podido ver a la comisaria Johansson. Queremos que nos ayude a salir de este atolladero. Nos merecemos una vida mejor".
Protestas por la construcción de nuevos centros
Unos doscientos isleños han protestado por la presencia de la comisaria europea en Lesbos. Exigen que no se cree ningún nuevo campamento en la isla.
El ministro de Migración y Asilo de Grecia, Notis Mitarachi, comprende su desconfianza, pero está decidido a seguir adelante con la construcción de la nueva estructura.
"Debo subrayar nuestro respeto por los isleños que acogieron a los refugiados en 2015 con los brazos abiertos. Sin embargo, en los años siguientes, experimentamos problemas y muchas dificultades. El nuevo pacto sobre migración y asilo nunca permitirá situaciones como la del incendio en el campamento de Moria".
Los locales no quieren nuevos campamentos y los migrantes quieren abandonar las islas. Aunque son criticados por ambas partes, Bruselas y Atenas sostienen que los nuevos centros ofrecerán seguridad a los vecinos y mejores condiciones de vida a los refugiados.