El consistorio envió los datos personasles de tres organizadores de una protesta en Lisboa contra el Gobierno ruso, uno de ellos refugiado político
El Ayuntamiento de Lisboa compartió datos de tres activistas opositores rusos residentes en Portugal, incluyendo un refugiado político, con el Kremlin. El caso es relativo una manifestación contra la de detención de Alexéi Navalni ante la embajada rusa en la capital portuguesa. Los responbsables dieron dichos datos al Ayuntamiento, como requiere la normativa para poder organizar el acto, pero estos fueron transferidos a las autoridades rusas sin su consentimiento.
Knesia Ashrafullina, activista rusa residente en Portugal, explica cómo lo descubrió: "Me di cuenta de que el correo electrónico que envié, con datos de tres personas, fue reenviado como PDF, como un fichero adjunto, a dos direcciones electrónicas diferentes. Eso me llamó la anteción, me pareció extraño. Una era la dirección de la embajada rusa en Lisboa y la otra era del ministerio de Exteriores de Rusia".
El alcalde de Lisboa se ha disculpado públicamente, asegurando que "fue un error lamentable del Ayuntamiento que nunca debió ocurrir", pero no ha sido suficiente para frenar el escándalo. Fernando Medina deberá comparecer ante el Parlamento para explicar los sucedido.
La embajada rusa ha respondido que se trata simplemente de provocaciones de los activistas para llamar la atención, pero ni la legación ni el Ayuntamiento han explicado por qué dichos datos fueron compartidos.
Los activistas aseguran temer por su seguridad y la de sus familiares que permanecen en Rusia. La protesta coincidió con la organizada en Moscú esa misma fecha contra el arresto de Navalni a su llegada a la capital rusa tras meses recuperándose en Alemania de un presunto intento de envenenamiento.
Medios portugueses aseguran además que en casos similares, datos de activistas palestinos pudieron ser compartidos con Israel, y de venezolanos con la embajada de su país en Portugal.