Sus reclusos, peligrosos criminales y presos políticos, eran torturados impunemente y podían morir de hambre. Fue cerrada en 1984. Esta isla famosa por sus serpientes venenosas es ahora un paraíso de biodiversidad.
**Este paraíso de la biodiversidad fue hasta hace unas pocas décadas un auténtico infierno en la tierra. Es la isla de Gorgona, en el Océano Pacífico, a 55 kilómetros de la costa colombiana. **
Tortura, tarántulas y hambre
En estos 26 kilómetros cuadrados de jungla y volcanes existió hasta 1984 una cárcel sin ley, en la que sus guardianes torturaban impunemente a los presos, amenazados también por serpientes venenosas y víctimas del hambre, las enfermedades y la violencia de otros internos.
Miguel Darío López, su último director, recuerda sus infames condiciones de vida.
"Los internos morían muchas veces de inanición, por falta de comida. Morían de infecciones gastrointestinales. Y muchos vivían en estado de depresión. Era muy difícil que escaparan de Gorgona porque la isla estaba llena de reptiles venenosos, muchas tarántulas venenosas, y las playas infectadas de tiburones blancos".
Criminales peligrosos junto a presos políticos
Según López, murieron aquí unos 150 reclusos. Asegura que pacificó el presidio. Construido en 1960, en él convivieron asesinos y violadores con presos políticos del decenio conocido como La Violencia, una guerra civil no declarada entre el gobernante partido conservador y los liberales, entre 1948 y 1958.
Las ruinas de este Alcatraz colombiano son visitadas ahora por grupos de turistas.
Uno de ellos recuerda la necesidad de conocer este episodio de la historia como búsqueda de la verdad e instrumento para la reconciliación.
Una joven asegura experimentar mucha tristeza por lo que sucedió allí, pero esperanza al ver que la naturaleza va recuperando su lugar.
La propuesta de rehabilitar el presidio
El pasado octubre un precandidato presidencial, Luis Pérez, propuso rehabilitar esta cárcel para recluir en ella a políticos corruptos. Una idea inmediatamente desestimada, que ha servido para recuperar el oscuro episodio.
Por cierto, los conquistadores españoles descubrieron esta isla desierta en 1526 y la llamaron San Felipe. Ante la gran cantidad de serpientes que encontraron, cuyas picaduras mataron a unos 90 hombres, la rebautizaron como la medusa de la mitología griega.