"Le acusaron de dar información sobre los tanques con su movil. Han pasado 44 días. No tengo más lágrimas... ¿Qué puedo hacer? Un padre ha tenido que enterrar a su hijo pero lo más importante es que no ha traicionado a Ucrania. Eso es lo más importante", relata el padre de una víctima
Andriivka, a unos 60 km al noroeste de Kiev, tenía unos 1 000 habitantes antes de la guerra. La mayoría huyeron antes de la ocupación de las tropas rusas que estuvieron aquí durante mes y se marcharon hace 15 días.
Al volver sus habitantes se se encontraron con un panorama desolador, casas destruidas y fragmentos de bombas por las calles.
Así lo describe, la enviada de euronews, Valérie Gauriat.
"El nivel de destrucción aquí es realmente impresionante; y en muchos lugares podemos ver esta señal, este signo de interrogación que indica que todavía podría haber artefactos sin estallar en las casas, como minas o bombas; todavía hay muchos artefactos dispersos."
Al menos 40 personas fueron asesinadas aquí por soldados rusos. Seis de ellas acaban de recibier sepultura en el cementerio del pueblo, tras ser exhumadas de los jardines donde sus familiares les habían enterrado con prisa. Fue el caso del hijo de Mykola, Yuri, quien explica como lo mataron
"Vinieron y les dijeron que salieran de casa. Él y su mujer salieron de la casa, con armas apuntándoles en la cabeza. Dejaron libre a su mujer que dijo tengo 2 hijos no me maten. Pero a él le dispararon. Aquí en el suelo es donde estaba su sangre; había una mancha de sangre aquí".
Yuri murió después de que los tanques rusos fueran atacados por las fuerzas ucranianas. Los rusos le acusaron de ser uno de los culpables de esa debacle.
Pasarán semanas hasta que muchas más familias de Andriivka puedan dar sepultura a sus parientes en un lugar sagrado.