El Consejo de Ministros acaba de aprobar un proyecto de ley que quiere evitar que se tiren a la basura más de 1.300 millones de kilos de alimentos al año, unos 31 kilos por persona.
Contra el desperdicio de comida. España da un paso al frente y se convierte en el tercer país de la Unión Europea (UE) en legislar en ese sentido, tras Francia e Italia. El proyecto de ley quiere evitar que se tiren a la basura más de 1.300 millones de kilos de alimentos al año, unos 31 kilos por persona.
El texto obliga a todos los actores de la cadena alimentaria a contar con un plan de prevención del desperdicio de alimentos. No contar con dicho plan será sancionado con multas de entre 2.000 y 60.000 euros. Y hasta 500.000 euros para los reincidentes.
La ley también prevé que bares y restaurantes ofrezcan a sus clientes lo que no hayan consumido.
Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, presentaba así la ley:
"Es un instrumento legal pionero para prevenir la ineficiencia en la cadena alimentaria, es decir, la pérdida y el desperdicio con consecuencias económicas, sociales, ambientales y éticas".
Según el ministro, la ley también pretende sensibilizar:
"Porque el 20% de todas las pérdidas se dan a lo largo de toda la cadena, pero el 40% se produce en la venta al por menor o en los hogares familiares".
La nueva ley establece una jerarquía. En primer lugar, la comida debe destinarse al consumo humano, mediante donaciones a bancos de alimentos; después transformarse en productos como zumos o mermeladas. La siguiente prioridad es el consumo animal, y, por último, el uso industrial, para hacer compost o biocombustibles.