Esta situación ha provocado numerosas huelgas, en las que se demanda un aumento salarial para hacer frente a la crisis. "Realmente justifica grandes y creativas intervenciones políticas nacionales para evitar una catástrofe", según la economista Rebecca McDonald.
Las facturas de energía de los hogares en el Reino Unido podrían subir hasta un 80% respecto a la actualidad. A partir del 1 de octubre el precio máximo que las compañías podrán cobrar a cada hogar será de 4.200 euros anuales (3.549 libras), frente al tope actual de 2.300 euros (1.971 libras).
Esta situación ha provocado numerosas huelgas, en las que se demanda un aumento salarial para hacer frente a la crisis.
Diane Skidmore, portavoz de Acción contra la pobreza energética, expone la complicada situación actual en algunos hogares. "Una familia que vive en mi edificio, por ejemplo, tiene un contador de prepago. Siempre se endeudan con él y luego no pagan el alquiler porque tienen que pagar las facturas; porque si no, les cortan el gas y la electricidad".
"No pagan el alquiler porque solo tienen una cierta cantidad de dinero, entonces tienen problemas con el Consejo de Lambeth, su casero. Estoy preocupada por ellos", expresa Skidmore.
Detener lo que podría ser una catástrofe
El ministro de Economía recalcó que el Ejecutivo trabaja para ayudar a los hogares, y evitar así una posible catástrofe, como lo explica Rebecca McDonald, economista jefa de la fundación Joseph Rowntree: "Esta escala de caída del nivel de vida, no la habíamos visto en muchas décadas".
Para McDonald las acciones políticas son necesarias ante este panorama. "Es realmente un nivel de escala que justifica grandes y creativas intervenciones políticas nacionales para evitar que un año difícil se convierta esencialmente en una catástrofe para muchas familias de bajos ingresos"
Se prevé que este fuerte incremento dispare aún más la inflación en el Reino Unido, que podrá superar el 13% a finales del año, según previsiones del Banco de Inglaterra.