Los líderes de la UE se muestran tajantes ante los anuncios en las regiones de Lugansk, Jersón, Zaporiyia y Donetsk.
Posición firme de Occidente ante el último mensaje y las nuevas intenciones de Vladímir Putin. El anuncio del presidente de Rusia de una movilización militar parcial de 300.000 reservistas desde este mismo miércoles no coge por sorpresa a los distintos líderes europeos, que en sus respectivos mensajes se mostraban a su vez tajantes frente a los anuncios de referéndums de adhesión convocados en las regiones de Lugansk, Jersón, Zaporiyia y Donetsk.
Las votaciones, que cuentan con el apoyo de Moscú y que tendrían lugar este viernes, han sido rechazadas de plano tanto por el Gobierno ucraniano como por sus aliados.
"Rusia debe entender que no puede imponer ninguna voluntad por medios militares, ni cínicamente, mediante falsos referendos, en territorios bombardeados y ahora ocupados", decía Emmanuel Macron.
Opinión muy similar la del canciller de Alemania, Olaf Scholz, para el que los resultados de esos referendums no tendrán ningún valor:
"Rusia debe retirar sus tropas", mantiene Scholz. "Ucrania tiene todo el derecho a defender la integridad y la soberanía de su propio país y su propia democracia. Apoyamos a Ucrania en esto. Y por eso también está muy, muy claro que estos falsos referendums no pueden ser aceptados. No están amparados por el derecho internacional ni por los entendimientos acordados por la comunidad internacional. Todo esto no es más que un intento de agresión imperialista, que se pretende disfrazar de esta manera".
Desde la OTAN su secretario General, Jens Stoltenberg, acusaba a su vez a Putin, via Twitter, de estar empeorando aún más su guerra con este tipo de decisiones.