El vuelo de uno dron obligaba este miércoles a cerrar el aeropuerto noruego de Bergen durante más de dos horas. Durante esta última semana siete ciudadanos rusos han sido detenidos en Noruega, bajo la sospecha de haber grabado imágenes de instalaciones sensibles.
Noruega redobla la vigilancia de sus infraestructuras energéticas ante los temores a que puedan sufrir actos de sabotaje.
Este país nórdico, tercer exportador de petróleo del mundo, está llamado a suministrar este invierno una parte significativa de la energía que necesitará Europa, tras el cierre del grifo del gas por parte de Rusia.
Un temor que comparten muchos eurodiputados.
"El arma favorita del presidente Putin será el gas, y el gas alternativo aprobado, y las terminales de gas natural licuado (GNL) están siendo reconocidas, reconocidas por ciberactores rusos. Y sobre este punto, agradecería un esfuerzo de la Comisión Europea para proteger nuestras estructuras de gas natural licuado en los Países Bajos, Alemania y también España", ha dicho el eurodiputado liberal, Bart Groothuis (Renovar Europa, Países Bajos).
En este sentido la Comisión Europea ha propuesto pruebas de estrés en las infraestructuras críticas de los sectores estratégicos de los Estados miembros, para evitar acciones como el sabotaje sufrido por los gasoductos Nord Stream en el mar Báltico.
Una de las grandes preocupaciones son los drones. Precisamente, el vuelo de uno de estos aparatos obligaba este miércoles a cerrar el aeropuerto noruego de Bergen durante más de dos horas.
Durante esta última semana siete ciudadanos rusos han sido detenidos en Noruega, bajo la sospecha de haber grabado imágenes de instalaciones sensibles.