Serbia recibió el miércoles el apoyo político abierto y público de Hungría en su estrategia de obstaculizar el ingreso de Kosovo en cualquier organización internacional y europea.
Serbia recibió el miércoles el apoyo político abierto y público de Hungría en su estrategia de obstaculizar el ingreso de Kosovo en cualquier organización internacional y europea. El ministro serbio de Asuntos Exteriores, Ivica Dacic, fue recibido en Budapest por su homólogo húngaro, Peter Szijjarto:
"Nuestra posición es que el éxito de esta búsqueda de un compromiso se vería comprometido si varias agrupaciones europeas admitieran prematuramente a Kosovo antes de alcanzar un entendimiento, por lo que el Gobierno votará no si se vota sobre la admisión de Kosovo como miembro del Consejo de Europa."
El pasajero y frágil apaciguamiento entre Serbia y Kosovo fue mediado la semana pasada por la UE y Estados Unidos. Los serbios del norte de Kosovo retiraron sus propias barricadas. Sin embargo, las dos partes parecen lejos de alcanzar un acuerdo sustancial a largo plazo sobre los derechos de la minoría étnica serbia y la admisión de Kosovo en las principales organizaciones internacionales y europeas, especialmente en la UE.
"Serbia ha enviado cartas a cinco países: España, Rumanía, Eslovaquia, Chipre y Grecia pidiéndoles que no permitan la solicitud de adhesión (a la UE) de Kosovo, lo que supone una violación directa del acuerdo que Serbia insiste que implementemos", declaró Besnik Bislimi, el viceprimer ministro de Kosovo.
Este acuerdo establece que Kosovo reconozca a los municipios serbios de su parte septentrional y que Serbia se abstenga de ejercer presión contra la adhesión de Kosovo a la UE, la ONU y el Consejo de Europa.