Yevgeny Prigozhin reconoció que su fuerza perdió más de 20 000 combatientes en la prolongada batalla por la ciudad ucraniana oriental de Bajmut. De ellos, la mitad eran prisioneros reclutados en cárceles rusas.
El jefe del ejército privado ruso Wagner, Yevgeny Prigozhin, reconoció este miércoles que su fuerza perdió más de 20 000 combatientes en la prolongada batalla por la ciudad ucraniana oriental de Bajmut. De ellos, la mitad eran prisioneros reclutados en cárceles rusas:
"Durante el período de la operación especial, 50 000 personas fueron reclutadas entre los prisioneros. El 20% de ellas [10 000] murieron. El mismo número [10 000] de combatientes Wagner a tiempo completo también murieron".
Mientras tanto, la región rusa de Belgorod, escenario de una incursión de hombres armados procedentes de Ucrania, aún no ha recuperado la calma. Según el gobernador regional, la región sufrió numerosos ataques de drones el martes por la noche.
El ministro de Defensa ruso amenazó el miércoles con tomar duras represalias.
"A cualquier acción similar de los militantes ucranianos en el futuro, reaccionaremos con prontitud y con extrema dureza".
El Ministerio de Defensa informó este miércoles de que el buque de guerra ruso Ivan Khurs había repelido un ataque de lanchas rápidas no tripuladas ucranianas a 140 kilómetros del estrecho del Bósforo, en el Mar Negro.
En el frente diplomático, el presidente chino, Xi Jinping, recibió en Pekín al primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin. Xi le aseguró que China está dispuesta a "seguir ofreciendo un fuerte apoyo mutuo a Rusia".