Continúa la búsqueda de los cuatro trabajadores desaparecidos tras la explosión en la central hidroeléctrica de Bargi, en el lago Suviana. Los sindicatos han convocado una huelga para el jueves contra las muertes en el trabajo.
PUBLICIDADLa búsqueda de los cuatro trabajadores desaparecidos en la explosión de la central hidroeléctrica de Bargi, en el lago Suviana, continuó durante la noche del miércoles al jueves.
El accidente provocó la muerte de otras tres personas y cinco resultaron heridas. Enel, la empresa que administra la planta, dijo que había bajado el nivel del lago "para permitir que el cuerpo de bomberos haga una mejor inspección de las obras que se colocan en la propia planta". Más de un centenar de rescatistas participan en la búsqueda.
Baja el nivel del lago Suviana para buscar a los desaparecidos
La vicepresidenta de la Región de Emilia-Romagna y consejera responsable de Protección Civil, Irene Priolo, ha explicado que no habrá un desbordamiento masivo del lago, porque se trata de "parámetros de gestión que se hacen regularmente cuando hay operaciones de emergencia de este tipo".
El nivel del lago, por lo que sabemos, se ha bajado aproximadamente un metro, será posible llegar hasta los siete metros.
Una empresa especializada está llevando los aceites al interior del tanque en el que operan los bomberos. Posteriormente, Enel continuará con bombas de agua para retirar el agua del interior del tanque.
La compañía anunció entonces que había creado un fondo inmediato de dos millones de euros para permitir a las personas implicadas y a sus familias hacer frente a las primeras necesidades y urgencias, también con el apoyo de psicólogos. El concejal Priolo agregó que además del equipo activado por Enel, la Región ha activado a cinco psicólogos a través de los centros de salud locales.
Huelga General contra las muertes de trabajadores
El jueves, los sindicatos han convocado una huelga general contra las muertes en el trabajo. La movilización, que durará ocho horas, incluye una cancha principal organizada en Bolonia y en el resto del país, trenes, autobuses y metro se detendrán durante cuatro horas.
El presidente de Emilia-Romaña, Stefano Bonaccini, también participará en la protesta. "Morir en el trabajo no es aceptable en un país civilizado. La política debe dejar de lado las divisiones y abordar este drama cotidiano de una vez por todas", escribió el gobernador.