En un extraño incidente, el comisario jefe de la Policía Metropolitana de Londres, Mark Rowley, pareció agarrar el micrófono de un reportero cuando salía de una reunión de emergencia este lunes.
Rowley fue visto abandonando la reunión de emergencia con la plana mayor del Gobierno británico en Whitehall y pasando a pie junto a los medios congregados en la zona cuando pareció manipular deliberadamente el micrófono de un reportero.
El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, y sus ministros mantuvieron el encuentro tras días de violencia en aumento a raíz de los recientes apuñalamientos fatales de tres niñas en Southport.
Starmer ha condenado enérgicamente un ataque el domingo en un hotel que alberga a solicitantes de asilo en el que resultaron heridos al menos 10 agentes de Policía, uno de ellos de gravedad, y lo describió como "matonismo de extrema derecha".
En una declaración desde el número 10 de Downing Street el domingo por la tarde, el primer ministro británico prometió que las autoridades "harán lo que sea necesariopara llevar a estos matones ante la Justicia" y que esta será rápida.
La declaración de Starmer se produjo mientras estallaba más violencia en todo el país a raíz de un ataque con puñaladas en un taller de baile que dejó tres niñas muertas y varias personas heridas.