Los planes de abrir un puente en la ciudad kosovar de Mitrovica para el acceso de vehículos habían suscitado polémica por el temor a que agudizara las tensiones étnicas.
El puente que conecta a la minoría serbokosovar de la ciudad de Mitrovica, en Kosovo, con la mayoría albanokosovar no será autorizado para el tránsito de vehículos a pesar de los planes que había al respecto.
El primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, había anunciado sus planes de abrir al tráfico rodado el puente principal de Mitrovica a principios de agosto, pero cambió de opinión tras la polémica desatada.
Cambio de planes por la oposición a la medida
Su decisión se produjo tras una reacción negativa de la comunidad serbokosovar de la ciudad y una reunión con el director de la CIA, William Burns, que viajó a Kosovo a finales de agosto.
"También debatimos la cuestión de la apertura del puente central sobre el río Ibar en Mitrovica, para lo cual realizamos todas las consultas necesarias", dijo Kurti. "Sin embargo, las obras de mantenimiento también son importantes, como tratar el anteproyecto sobre la estabilidad física del puente".
El puente del río Ibar separa las zonas norte y sur de Mitrovica, donde viven respectivamente la minoría serbokosovar y la mayoría albanokosovar.
Cuando se anunciaron los planes de abrir el puente a los vehículos, la comunidad serbia, el Gobierno de Belgrado, la UE y la OTAN expresaron su preocupación ante el riesgo de que la medida aumentara las tensiones étnicas y afectara a la seguridad de la etnia serbia.
Tras el anuncio inicial de los planes, cientos de personas se congregaron para protestar ante el puente, que se ha convertido en símbolo de la ciudad dividida. El puente lleva cerrado al tránsito no peatonal desde 2011, cuando los serbokosovares levantaron barricadas en él.
Las autoridades serbias condenaron la propuesta de abrir el puente, afirmando que era un intento de Kosovo de "provocar un conflicto". En 2015, las conversaciones entre Serbia y Kosovo mediadas por la UE incluyeron un debate sobre el puente.