Tras el ataque estadounidense a las instalaciones nucleares de Irán, a muchos les preocupa que tal acción provoque radiación atómica en las áreas cercanas a estas instalaciones, especialmente en Fardu.
En una conversación que el corresponsal de 'Euronews', Saeed Jafari, mantuvo con Darrell Kimble antes del ataque estadounidense, se le preguntó al presidente de la Asociación Estadounidense de Control de Armas sobre los riesgos y las consecuencias de un ataque de este tipo para el público.
"El armamento pesado lanzado por bombarderos como el B-2, si causa graves daños a la planta de enriquecimiento, puede provocar la fuga de gas hexafluoruro de uranio de las centrifugadoras", afirmó el Sr. Kimble.
Tras señalar que el gas es altamente tóxico en esa forma, añadió: "En tal caso, el gas tiene propiedades radiactivas y es altamente tóxico. Una fuga de gas de este tipo representaría un grave riesgo para quienes se encuentran en la instalación o en los alrededores", dijo.
El presidente de la Asociación Estadounidense para el Control de Armas añade, refiriéndose a la ubicación geográfica de la central eléctrica de Fordow: "Dado que la ubicación de Fordow está relativamente lejos de las zonas pobladas, es poco probable que el riesgo generalizado para la población en general sea elevado. Sin embargo, dependiendo de la dirección del viento, ese riesgo sigue ahí", comentó.
Continuó añadiendo que una acción más peligrosa sería un posible ataque a las instalaciones atómicas de Bushehr. "Un posible ataque al reactor de la central nuclear de Bushehr, ubicada en el suroeste de Irán, es una acción muy peligrosa porque la planta está activa y, de ser atacada, podría provocar un desastre grave, un accidente crítico e incluso una fusión nuclear", explicó Darrell Kimble.
Darrell Kimble, que se opone al ataque de Israel contra las instalaciones nucleares de Irán, recalcó al final que un posible ataque a la instalación de Bushehr representaría un riesgo mucho mayor para la región que el de Fordow.