La Franja de Gaza enfrenta una crisis médica sin precedentes con un 59% de suministros agotados y una venta descontrolada de medicamentos en mercados callejeros. El colapso del sistema de salud ha llevado a miles a recurrir a fármacos sin control sanitario, poniendo sus vidas en riesgo.
La Franja de Gaza, que ya sufre difíciles condiciones humanitarias, está siendo testigo de una grave crisis del sistema sanitario, con la venta generalizada de medicamentos en puestos de los mercados populares. Este fenómeno, que ha surgido rápidamente desde el estallido de la guerra, se ha convertido en motivo de gran preocupación tanto para los ciudadanos como para los expertos, ya que los medicamentos se venden en condiciones insalubres y sin ningún tipo de supervisión, exponiendo la vida de los consumidores a graves riesgos sanitarios.
El colapso de la infraestructura sanitaria y la falta de suministros médicos vitales ha llevado a muchas personas a recurrir a estos mercados ilegales en un intento desesperado por satisfacer sus necesidades farmacéuticas básicas, abriendo la puerta a una explotación generalizada de su desesperada necesidad.
Colapso casi total del sector farmacéutico
La actual crisis del sector farmacéutico en Gaza es un reflejo directo del colapso total de todo el sistema sanitario. El doctor Munir al Borsh, director general del Ministerio de Sanidad en Gaza, anunció que el 37% de los medicamentos esenciales y el 59% de los suministros médicos están agotados. Esta grave escasez se debe principalmente al cierre de los pasos fronterizos y a la imposibilidad de que entren en la Franja de Gaza suministros médicos vitales.
Los medicamentos oncológicos y hematológicos encabezan la lista de escasez, con un 54%, seguidos de los medicamentos para la salud materno infantil, con un 51%, y las vacunas, con un 42%. La escasez de medicamentos de atención primaria alcanzó el 40%, la de medicamentos para riñón y diálisis el 25%, la de salud mental el 24% y la de cirugía y cuidados intensivos el 23%.
En un contexto relacionado, Al Borsh reveló una escasez sin precedentes de consumibles médicos vitales, con una falta de suministros para cateterismo cardíaco y corazón abierto que alcanzó el 99%, ortopedia el 87% y oftalmología el 73%. Además, han desaparecido el 45% de los suministros de diálisis y el 27% de los quirúrgicos.
Estas cifras indican que los medicamentos y consumibles restantes, sólo el 9% y el 8% respectivamente, son suficientes para períodos muy limitados, lo que amenaza con un cese completo de los servicios médicos críticos, incluidos el tratamiento del cáncer, las cirugías y la gestión de emergencias, poniendo en peligro la vida de miles de pacientes.
El mercado farmacéutico paralelo en Gaza
Ante la grave escasez de medicamentos en las farmacias oficiales como consecuencia del cierre de los pasos fronterizos por el Ejército israelí, en los mercados de Gaza se ha extendido el fenómeno de la venta ilegal de medicamentos en puestos. El equipo de periodistas que intentó documentar este fenómeno se encontró con la negativa rotunda de los vendedores a ser fotografiados o a revelar su identidad, y en algunos casos incluso con amenazas de violencia.
Uno de los vendedores, que prefirió que se refirieran a él como M.N., reveló que su grupo roba medicamentos de centros médicos, refiriéndose a un reciente robo en el Hospital Americano de Deir al Balah hace dos meses, y confirmó que se centran en analgésicos fuertes, que se venden al doble de precio.
Por otra parte, el ciudadano K.S. relata su sufrimiento y el tener que comprar pomadas en puestos de venta para tratar las infecciones de su hija, después de no poder encontrarlas en las farmacias, expresando su voluntad de viajar al extranjero para recibir tratamiento con su hija. En una situación similar, Mahmoud al Masri busca medicamentos para el asma después de que se le acabara la cantidad que estaba usando. Admite que compra estos medicamentos a vendedores que no tienen formación médica y dan consejos al azar que pueden poner en peligro a los pacientes.
Al Masri señala que las difíciles condiciones de vida en Gaza, como la contaminación del agua y el aire y el deterioro de los alimentos, han convertido la cuestión del almacenamiento inadecuado de los medicamentos en un asunto secundario para los ciudadanos, a pesar de los graves riesgos que puede entrañar el uso de medicamentos desconocidos o caducados.
Los farmacéuticos advierten de los peligros de los vendedores ambulantes
Los farmacéuticos de la Franja de Gaza están lanzando enérgicas advertencias sobre el creciente fenómeno de la venta de medicamentos en puestos ambulantes, subrayando que supone una grave amenaza para la salud de los ciudadanos. El farmacéutico Khaled al Azaiza explica que este fenómeno comenzó con la guerra y empeoró durante la primera tregua de enero. La falta de almacenes de medicamentos debido a los ataques o los robos ha llevado incluso a los farmacéuticos a recurrir a este mercado ilegal para cubrir la escasez dentro de las farmacias, afirma.
Al Azaiza señala que los pacientes crónicos se ven relativamente menos afectados porque conocen bien sus medicamentos, mientras que los pacientes de urgencias sufren por la falta de orientación médica adecuada.
Por su parte, el farmacéutico Mohammed Al Munifi revela su lucha diaria al intentar dirigir a los pacientes lejos de estos puestos, y señala que son frecuentes los casos de compra de medicamentos inadecuados o caducados. Al Munifi atribuye la popularidad de estos mercados a la disponibilidad de algunos medicamentos poco comunes y a sus precios relativamente bajos, advirtiendo del peligro de seguir el sistema de "tratamiento estandarizado", que ignora la especificidad del estado de cada paciente.
Al Munifi subraya que la mayoría de los medicamentos se han agotado en las farmacias de Gaza, y ya no es posible satisfacer las necesidades de los pacientes, especialmente los que padecen enfermedades crónicas y graves complicaciones de salud. Explica que los medicamentos para la diabetes han quedado inutilizables debido a la escasez de electricidad, ya que deben conservarse a bajas temperaturas, mientras que las inyecciones de insulina son muy escasas, lo que obliga a algunos pacientes a utilizar la misma jeringuilla más de una vez a pesar del peligro que ello entraña.
El farmacéutico Mohammed Shukri revela un lado oscuro de este comercio, subrayando que muchos de estos puestos venden en realidad estupefacientes y utilizan el mercado farmacéutico como tapadera. Subrayó que la mayoría de estos medicamentos son robados de almacenes médicos o de camiones de socorro pertenecientes al Ministerio de Sanidad, por lo que pidió la actuación urgente de las autoridades competentes para poner fin a este peligroso fenómeno que amenaza la vida de los ciudadanos y socava el ya sobrecargado sistema sanitario.
Sanidad advierte contra la compra en puestos no autorizados
En una medida destinada a proteger la salud de los ciudadanos, el Ministerio palestino de Sanidad en Gaza advirtió contra la compra de medicamentos en puestos no autorizados en mercados y carreteras, subrayando que esto supone un peligro real para la salud y la vida de los ciudadanos. En un comunicado de prensa, el Ministerio explicó que la mayoría de los vendedores de estos lugares no tienen licencias de las autoridades competentes, lo que conduce a la circulación de medicamentos con recetas erróneas que pueden causar graves complicaciones de salud que pueden conducir a la muerte.
El Ministerio señaló que los medicamentos disponibles en estos puntos se exponen y almacenan en condiciones inadecuadas y bajo la luz directa del sol, lo que hace que pierdan su eficacia y se expongan a daños, así como a la posibilidad de convertirse en sustancias nocivas para la salud.
El Ministerio hizo un llamamiento a los ciudadanos para que se abstengan de comprar medicamentos en estos sitios y acudan a las farmacias oficiales autorizadas para garantizar la seguridad de los medicamentos y la cualificación de los trabajadores. Según las estadísticas de la oficina de medios de comunicación del Gobierno, el número de personas con enfermedades crónicas en la Franja de Gaza es de unas 350.000.