La pareja más poderosa de Europa tiene una larga lista de temas, entre ellos la Defensa, la energía y las políticas comerciales de la UE, que tratar durante la cena en Berlín.
El presidente francés, Emmanuel Macron, viajó a Berlín el miércoles para cenar con el canciller alemán, Friedrich Merz. Merz dijo que los líderes discutirían las negociaciones arancelarias entre la UE y los EE.UU., ya que la fecha límite para los aranceles generales del 30% sobre los productos europeos se acerca rápidamente. Se cree que el acuerdo es inminente.
También se espera que la política de defensa conjunta ocupe un lugar destacado en la agenda, especialmente en un momento de crecientes tensiones en torno al avión de combate del Sistema Aéreo de Combate Futuro (FCAS), cuya construcción está prevista en Europa entre Francia, Alemania y España. Se espera que los aviones estén listos a finales de la década y entren en servicio en 2040. Casi la mitad del poder económico de la eurozona procede de Francia y Alemania.
La Defensa domina los temas de conversación
Existe el riesgo de que estalle el conflicto en torno a los cazas, ya que las tres empresas, la francesa Dassault, la alemana Airbus y la española Indra Sistemas son técnicamente competidoras, y al parecer los franceses intentan dominar el proceso. El proyecto germano-francés del tanque MGCS (Main Ground Combat System) también corre el riesgo de tener problemas.
El experto en relaciones franco-alemanas del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores (DGAP) Jacob Ross cree que Macron quiere seguir con el FCAS, ya que es un importante buque insignia de su política de seguridad y europea desde 2017.
Sin embargo, Macron está perdiendo influencia, ya que dejará el cargo después de 2027. El año que viene comenzará la fase caliente de la campaña para las elecciones presidenciales, y se le considerará en gran medida fuera de juego. Ross dice que esto se tiene en cuenta en las demandas de renegociación sobre el FCAS, pero el canciller alemán no puede aceptar realmente estas demandas.
"Le haría parecer débil y causaría mucho descontento en la política y la administración alemanas, que en muchos lugares siguen pensando y decidiendo de forma muy transatlántica y desconfían bastante de Francia", dice Ross a 'Euronews'.
"Si el FCAS fracasa, podría desencadenar un efecto dominó. Esto se debe a que el proyecto gemelo MGCS, que está estrechamente vinculado al FCAS, estaría entonces sin duda también al borde del colapso", añade.
Esto es particularmente crítico en un momento en que Alemania y la UE están tratando de reemplazar las contribuciones de Estados Unidos a Ucrania, tras la reelección del presidente estadounidense Donald Trump, que ha desviado en gran medida su atención de Europa.
La relación de pareja de poder franco-alemana
Los lazos entre Francia y Alemania se consideraban gélidos durante la anterior cancillería de Olaf Scholz. Sin embargo, los expertos coinciden en que la pareja de poder, como se les suele llamar, se lleva mejor. Los homólogos de Defensa, Interior y Exteriores se han reunido a menudo tras la elección del nuevo Gobierno hace apenas dos meses en Alemania.
"Sin embargo, el canciller, el presidente y todos los demás responsables saben que las buenas imágenes y la comunicación por sí solas no valen nada. Este es un primer paso, muy similar al de la política interior alemana: hay que dar la vuelta al estado de ánimo y recuperar el optimismo", afirma Ross.
Ambos tienen mucho que discutir durante las dos horas que dura la cena. Además de las políticas de Defensa, la energía, los acuerdos comerciales y las políticas europeas también ocuparon un lugar destacado en la agenda.