El expresidente Álvaro Uribe fue declarado culpable de soborno y manipulación de testigos en un juicio sin precedentes que sacude al país. El veredicto, relacionado con presuntos vínculos con grupos paramilitares, marca un duro golpe al legado de Uribe, que podría afrontar hasta 12 años de prisión.
El expresidente colombiano, Álvaro Uribe, fue condenado el lunes por manipulación de testigos y soborno en un juicio histórico que conmocionó a la nación sudamericana y amenazó con manchar el legado del exlíder conservador.
El fallo se produce tras un juicio de casi seis meses en el que la Fiscalía de Colombia presentó pruebas de que Uribe intentó influir en los testigos que acusaron al líder de tener vínculos con un grupo paramilitar fundado por ganaderos en la década de 1990.
Uribe, de 73 años, no compareció ante el tribunal en la capital, Bogotá, para el veredicto, ya que la juez aún no ha ordenado su arresto. Siguió el fallo desde su casa en las afueras de Medellín, pero no hizo declaraciones al respecto de inmediato. Uribe se enfrenta a hasta 12 años de prisión, pero la sentencia se dictará en una audiencia separada. Se espera que apele el fallo.
Una figura que genera controversia en Colombia
El expresidente, quien gobernó de 2002 a 2010 con un fuerte apoyo de Estados Unidos, es una figura que genera controversia en Colombia. Muchos le atribuyen haber salvado al país de convertirse en un Estado fallido, mientras que otros lo asocian con violaciones de derechos humanos y el auge de los grupos paramilitares en la década de 1990. Mientras se leía el fallo, los opositores de Uribe se enfrentaron brevemente con sus partidarios a las afueras del juzgado.
En un fallo que duró más de 10 horas, la juez Sandra Heredia afirmó que existían pruebas suficientes para determinar que Uribe conspiró con un abogado para persuadir a tres exmiembros de grupos paramilitares que se encontraban en prisión a cambiar el testimonio que habían prestado a Iván Cepeda, un senador de izquierda que había iniciado una investigación sobre los presuntos vínculos de Uribe con un grupo paramilitar.
Una demanda por difamación contra Iván Cepeda
El caso se remonta a 2012, cuando Uribe presentó una demanda por difamación contra Cepeda ante la Corte Suprema. Pero, en un giro inesperado, el alto tribunal desestimó los cargos contra Cepeda y comenzó a investigar a Uribe en 2018.
Durante la presidencia de Uribe, el Ejército colombiano logró algunas de sus mayores victorias en el campo de batalla contra la insurgencia izquierdista más antigua de Latinoamérica, obligando a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a recluirse en zonas remotas y a los líderes del grupo a participar en conversaciones de paz que llevaron al desarme de más de 13.000 combatientes en 2016.
Conocido por su incansable ética de trabajo y su mal carácter, Uribe aún cuenta con legiones de seguidores en Colombia y es uno de los opositores más feroces del actual presidente, el exguerrillero izquierdista Gustavo Petro.
Reacciones a la condena
El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, reaccionó al fallo, al hacerse evidente que la juez Heredia declararía al expresidente culpable de soborno. "El único delito de Uribe ha sido luchar incansablemente y defender su patria", escribió Rubio el lunes en X. "La instrumentalización del poder judicial colombiano por parte de jueces radicales ha sentado un precedente preocupante".
El presidente colombiano, Gustavo Petro, defendió el fallo, escribiendo en X que "un sistema de justicia sólido" permitirá a Colombia salir de la violencia. Añadió en otro mensaje que Rubio estaba interfiriendo con la soberanía colombiana. "El mundo debe respetar a los jueces de Colombia", escribió Petro.
6.400 civiles ejecutados por el Ejército colombiano
Los críticos también culpan a Uribe de varios crímenes de Estado. Según la Comisión de la Verdad creada en 2017, más de 6.400 civiles fueron ejecutados por el Ejército colombiano e identificados como miembros de grupos rebeldes por soldados que buscaban ascensos durante el conflicto, un fenómeno que alcanzó su punto máximo durante el Gobierno de Uribe.
Los fiscales acusaron a Uribe de enviar abogados a reunirse con exparamilitares encarcelados y presionarlos para que retiraran el testimonio que le habían brindado al senador Cepeda.
Durante el juicio, Uribe negó haber intentado manipular a los testigos, pero reconoció haber solicitado entrevistas con ellos como parte de su preparación para el juicio y para verificar los testimonios que también se estaban utilizando en un juicio por asesinato contra su hermano, Santiago Uribe, quien también fue acusado de vínculos con los paramilitares armados.
Cepeda habló con la prensa después del fallo y afirmó que seguirá luchando por la verdad y la justicia para las víctimas del conflicto colombiano. "Nadie puede desafiar ni mancillar el Estado de derecho", afirmó.