El Gobierno de Sánchez recibirá el 100% de la cantidad que reclamó del SAFE, el instrumento financiero creado por la Comisión para acelerar la inversión militar europea. Es, junto con Finlandia, el Estado que ha solicitado la menor cantidad de fondos, que deben devolverse a lo largo de 45 años.
El Ministerio de Defensa español, comandado por Margarita Robles, obtendrá a finales de noviembre, si Bruselas da luz verde a su plan de inversiones bélico, 1.000 millones de euros más en concepto de préstamo para aumentar el gasto militar.
La Comisión Europea ha publicado este martes las cantidades provisionales de dinero que recibirán los 19 Estados miembros que han solicitado préstamos del instrumento financiero Security Action for Europe (SAFE); fondos que deberán ser devueltos a lo largo de las próximas cuatro décadas.
Sin embargo, este desembolso no es automático: ahora España y los 18 países restantes deberán entregar al Ejecutivo de la UE un plan detallado con las inversiones previstas antes del 30 de noviembre, al igual que ocurrió con el plan de recuperación de la pandemia de COVID-19.
Si la respuesta de la Comisión ante las respectivas propuestas de gasto (la cuál debe formalizarse en enero de 2026) es positiva, los Estados miembros podrán solicitar el desembolso de una primera dotación de hasta el 15% del coste total estimado. En el caso español, serían unos 150 millones de euros.
A continuación, los países miembros deberán mantener informado al Berlaymont sobre la evolución del proyecto cada seis meses. En caso de recibir una respuesta satisfactoria, generarán nuevos ingresos: las remesas del SAFE pueden prolongarse hasta el 31 de diciembre de 2030.
Los países que han solicitado y van a recibir una mayor cantidad de los fondos SAFE, que en total ascienden a 150.000 millones de euros, son Polonia (43.734 millones de euros), Rumanía (16.680 millones), Francia (16.216 millones) e Italia (14.900 millones). Los que recibirán menores cantidades son Dinamarca (46,8 millones de euros), Grecia (787,7 millones) y Finlandia y España.
El comisario de Defensa de la UE, Andrius Kubilius, ha explicado que a aquellos países como España que han realizado peticiones menos cuantiosas se les ha entregado el total de lo reclamado. "Con los países que pidieron una cantidad bastante grande, hicimos algún cálculo matemático", ha añadido el político lituano.
Los detalles sobre el SAFE: ¿Qué inversiones están permitidas?
La Comisión especifica que, en los contratos de adquisición pagados con fondos europeos, los países deben garantizar que solamente el 35% de las inversiones o compras de material militar se han realizado fuera de la UE, el Espacio Económico Europeo (Islandia, Liechtenstein, Noruega o Suiza) y Ucrania. El resto debe adquirirse en suelo europeo.
La UE no se amilana a la hora de definir para qué puede destinarse su préstamo, especificando que se permite la compra de municiones, misiles, sistemas de artillería, equipo para soldados, armas de infantería o drones.
En el apartado de la seguridad, un término que el presidente del Gobierno español utiliza habitualmente como eufemismo para justificar y referirse al creciente gasto militar, se incluye la protección de infraestructuras críticas, la ciberseguridad, la movilidad militar o sistemas de guerra electrónica o inteligencia artificial.
La Comisión de Ursula von der Leyen propuso otras vías para aumentar el gasto en Defensa, además del SAFE. Otra de ellas se basa en suspender la obligación de no superar el 3% del déficit sobre el Producto Interior Bruto (PIB) durante tres años para los países que lo solicitasen, y así poder gastar más en Defensa sin romper las reglas fiscales. España no se acogió a esta vía, argumentando que podrían alcanzar el 2% del PIB en gasto militar sin comprometer sus cuentas. Hace dos semanas lo consiguió.