Cuba atraviesa una grave crisis energética que ha provocado un apagón masivo en todo el país. La falta de combustible, las sanciones de Estados Unidos y el envejecimiento de las centrales termoeléctricas, muchas con más de 30 años de uso, han dejado a millones de cubanos sin luz.
Cuba se enfrenta a un apagón que se ha extendido por todo el territorio insular. Es el último de una serie de cortes eléctricos atribuidos al envejecimiento de la infraestructura y la escasez de combustible en las centrales eléctricas del Gobierno de Miguel Díaz-Canel, sucesor de los hermanos Castro al frente de la autarquía caribeña.
Se trata del segundo corte energético generalizado este año, sumado a otros tres a finales del año pasado. En la red social X, el Ministerio de Energía y Minas ha vinculado el nuevo incidente con una central termoeléctrica defectuosa, y asegura que continúan trabajando para reestablecer el suministro. Los cortes de electricidad son habituales en el archipiélago cubano, pero durante breves horas y sin afectar a la totalidad del territorio.
A principios de esta semana, otro apagón afectó a la mitad sudeste de Cuba, dejando a la población residente desde Las Tunas hasta Guantánamo sin electricidad durante varias horas. En febrero, el Gobierno suspendió las clases y las actividades laborales durante dos días debido a la escasez de generación eléctrica.
Cuba se enfrenta a una grave crisis económica y energética. Esta se ha agravado en los últimos años debido a las sanciones estadounidenses, que buscan presionar a la isla para que cambie su modelo político a una economía de mercado. Este aislamiento económico impide a la nación caribeña disponer de suficientes divisas para comprar combustible o reparar sus envejecidas plantas termoeléctricas, muchas de las cuales llevan más de 30 años operando.