Según las autoridades, las víctimas fueron asesinadas por las fuerzas de Assad en una emboscada mientras huían de Ghouta oriental durante la reciente guerra civil.
Los equipos de búsqueda sacaron el viernes 25 cadáveres de una fosa común en un suburbio de Damasco. Se cree que en el lugar hay al menos 175 cadáveres, según las autoridades.
Los cadáveres se encontraron en un campo agrícola del suburbio de Otaiba y, según las autoridades, pertenecían a personas que habían muerto en una emboscada de las fuerzas del entonces presidente Bashar Assad cuando huían del enclave asediado de Ghouta oriental, entonces bajo control de las fuerzas de la oposición.
Es uno de los últimos vestigios sombríos de la guerra civil de casi 14 años que terminó con la caída del expresidente Bashar Assad en una ofensiva rebelde relámpago en diciembre.
Familiares con seres queridos desaparecidos acudieron al lugar con la esperanza de encontrar respuestas. Entre ellos estaba Samira Alloush, que buscaba a su hijo, Anas Ahmad Alloush, uno de los asediados en Ghouta. Tenía 19 años cuando desapareció en 2014.
Su madre había albergado la esperanza de que resultara estar vivo y en prisión y de que resurgiera cuando se vaciaran las cárceles tras la caída de Assad. Sin embargo, entre las ropas incrustadas de suciedad que había en el suelo, reconoció la chaqueta de su hijo.
"Tenía la esperanza de que saldría de la cárcel y volveríamos a sentarnos juntos", dijo entre lágrimas. Amer Fahed, comandante de operaciones en el campo de Damasco para el grupo de defensa civil conocido como los Cascos Blancos, dijo que aún no comenzarán a excavar o exhumar la fosa común hasta que la Comisión Nacional de Personas Desaparecidas determine un mecanismo específico.
El recuento de cadáveres podría ser mayor
Ammar Al-Issa, funcionario de la comisión de personas desaparecidas que estuvo presente en el lugar de los hechos, dijo que el número de cadáveres podría ser mayor, ya que se cree que entre 200 y 300 personas murieron en la emboscada de febrero de 2014.
Desde la caída de Assad se han encontrado cientos de cadáveres en fosas comunes diseminadas por todo el país, pero es probable que queden muchos más por descubrir.
Se calcula que 150.000 personas han sido detenidas o han desaparecido en Siria desde 2011, cuando las protestas antigubernamentales masivas se saldaron con una brutal represión y desembocaron en una guerra civil. Es probable que muchas de ellas estén enterradas en fosas comunes sin identificar.