Tras la liberación de los rehenes israelíes y el alto el fuego con Hamás, Donald Trump centra ahora sus esfuerzos diplomáticos en la guerra de Ucrania. El presidente estadounidense se reunirá el viernes con Volodímir Zelenski en Washington para abordar un posible plan de paz.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que su próxima prioridad será poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania, tras el avance del acuerdo de alto el fuego en Gaza, cuya primera fase se encuentra en su tramo final.
El lunes, Hamás liberó a los 20 rehenes israelíes que aún permanecían con vida, mientras que Israel excarceló a cerca de 2.000 prisioneros palestinos, en cumplimiento del pacto alcanzado el 10 de octubre para detener las hostilidades.
Según confirmó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, los posibles términos de un alto el fuego en Ucrania y los próximos pasos diplomáticos se debatirán este viernes en una reunión con Trump en Washington. "Creo que tenemos que discutir la secuencia de pasos que quiero proponer al presidente Trump", declaró Zelenski a los medios.
Durante su discurso ante el Parlamento israelí, Trump aseguró que sus esfuerzos por la paz global no han concluido. "Sería fantástico lograr un acuerdo de paz con Irán", afirmó, antes de añadir: "Pero primero tenemos que conseguir que Rusia lo haga".
"Centrémonos primero en Rusia", declaró Donald Trump al insistir en que su siguiente objetivo será poner fin a la guerra en Ucrania.
El presidente estadounidense lleva meses intentando mediar un alto el fuego entre Moscú y Kiev, aunque sus esfuerzos se mantienen estancados. El Kremlin ha rechazado en repetidas ocasiones cualquier negociación directa con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, incluso con la participación de Trump como mediador.
"Incluso Hamás demuestra más disposición para llegar a acuerdos que Putin", lamentó Zelenski. Según fuentes diplomáticas, Rusia solo ha accedido a mantener una reunión privada entre Trump y Vladímir Putin, celebrada en Alaska el pasado agosto, pero se ha negado a cualquier contacto con representantes ucranianos.
Aun así, el éxito del plan de paz en Gaza y la liberación de los rehenes israelíes han reavivado el optimismo en Kiev. "Cuando se logra la paz en una parte del mundo, también trae esperanza a otras regiones donde la vida sigue amenazada", escribió Zelenski en X el lunes, añadiendo que Ucrania apoya "todos los esfuerzos que han conducido al resultado de hoy en Oriente Medio".
"Los rehenes han sido liberados y la guerra en Gaza está llegando a su fin. Es realmente un acontecimiento extraordinario", declaró Donald Trump al celebrar el avance del acuerdo de paz.
El presidente ucraniano felicitó a Trump por su "liderazgo y determinación", asegurando que "han funcionado". "Estamos trabajando para que el día de la paz llegue también para Ucrania", afirmó.
Zelenski subrayó que "la agresión rusa sigue siendo la principal fuente de desestabilización global" y confió en que el impulso diplomático que permitió alcanzar la paz en Oriente Medio "pueda funcionar también para Ucrania y para Europa". "Si se ha logrado un alto el fuego y la paz para Oriente Medio, el liderazgo y la determinación de los actores globales sin duda pueden funcionar también para nosotros", añadió.
Un denominador común en los procesos de paz
Ambos procesos de paz impulsados por Estados Unidos comparten un elemento clave: el papel de Steve Witkoff, enviado especial de Trump. Durante su discurso en el Parlamento israelí, el presidente estadounidense destacó la labor de Witkoff, quien también ha intentado mediar entre Moscú y Kiev y ha mantenido varias reuniones con Vladímir Putin.
Trump relató que, en una de esas ocasiones, llamó a Witkoff apenas media hora después del inicio del encuentro con el mandatario ruso, pensando que ya habría terminado. "Pero me dijeron que la reunión seguía en curso", contó el presidente entre sonrisas.
"Salió después de cinco horas. Le pregunté: '¿De qué demonios has estado hablando durante cinco horas?'. Y me respondió: 'De muchas cosas interesantes'. Pero, sinceramente, no se puede hablar durante cinco horas", relató Trump entre risas.
El presidente añadió que, en aquel momento, Steve Witkoff "no tenía ni idea sobre Rusia, ni demasiado sobre Putin, ni sobre política", pero poseía "esa cualidad especial" que él buscaba en sus negociadores.
Otro punto común en el enfoque de Trump hacia el acuerdo de alto el fuego en Gaza y sus intentos de poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania es su idea de "paz a través de la fuerza", un principio que mencionó repetidamente durante su discurso en la Knesset.
Volodímir Zelenski ha respaldado este concepto y pretende discutirlo con Trump en su encuentro del viernes, con la esperanza de que ese enfoque sirva para presionar a Moscú a detener la guerra.
La próxima reunión entre Donald Trump y Volodímir Zelenski, la quinta desde que el presidente estadounidense regresó a la Casa Blanca en enero, se celebrará tras dos conversaciones telefónicas recientes centradas en la defensa aérea y las capacidades de ataque de largo alcance de Ucrania.
Las llamadas se produjeron en plena ofensiva rusa contra las infraestructuras energéticas del país. Sin embargo, Zelenski reconoció que esas conversaciones "no fueron suficientes" para abordar todos los temas clave.
En los últimos días, Trump ha planteado públicamente la posibilidad de suministrar a Ucrania misiles de crucero Tomahawk, con un alcance estimado de entre 1.600 y 2.500 kilómetros, lo que supondría un importante refuerzo de las capacidades militares ucranianas.
Desde Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió que "el tema de los Tomahawks preocupa extremadamente" a Rusia. "Estamos en un momento muy dramático, con tensiones que se intensifican por todos lados", afirmó en declaraciones a los medios estatales rusos.