La manifestación convocada por la huelga por Palestina del 15 de octubre ha derivado en graves disturbios en el centro de Barcelona. Barricadas, contenedores quemados y locales vandalizados han marcado una jornada que ha terminado con 15 arrestos, 11 de ellos menores.
La concentración unitaria que buscaba "poner fin al genocidio, el colonialismo, la ocupación y el apartheid" en Palestina comenzó a las 18:00 en la estación de Sants. Respaldada por sindicatos como CC.OO., UGT, CGT y otras organizaciones, la marcha tenía previsto recorrer las calles de Barcelona hasta el consulado de Israel.
Poco después de iniciarse, varios grupos de manifestantes organizaron las primeras barricadas en la calle Tarragona y quemaron contenedores. Los disturbios se intensificaron con graves destrozos en un Burger King, una compañía de seguros y una entidad bancaria. El humo negro era visible desde varios puntos de la ciudad.
Al llegar al destino final, la sede del consulado de Israel en María Cristina, se produjeron nuevos enfrentamientos. Los manifestantes lanzaron vallas, montaron barricadas y quemaron más contenedores, mientras que en la avenida Diagonal otro grupo atacó un McDonald's. Los Mossos d'Esquadra utilizaron gas pimienta de manera puntual para dispersar a quienes cometían actos vandálicos, según fuentes policiales.
Tensión desde primera hora en Sants
Los incidentes comenzaron ya a mediodía en los alrededores de la estación de Sants, donde la tensión escaló después de que manifestantes lanzaran objetos contra los agentes. La Policía realizó cargas puntuales para evitar que grupos accedieran al interior del recinto, desplegando un amplio dispositivo de la Brimo. La estación permaneció cerrada durante cerca de una hora.
Hacia las 17:00, nuevos enfrentamientos se produjeron en las puertas del Hotel Barceló Sants. Los Mossos lanzaron gas pimienta contra manifestantes congregados para impedir la salida del autobús del equipo de baloncesto del Hapoel de Jerusalén hacia Manresa, donde disputaría un partido a puerta cerrada. Entre los afectados se encontraba el diputado de la CUP Xavi Pellicer.
Finalmente, los jugadores llegaron a Manresa en tres autocares escoltados por un amplio dispositivo policial. La protesta provocó un fuerte caos circulatorio en el centro de Barcelona, con varias vías cortadas durante horas.