El vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, visitó Israel y se mostró optimista sobre el frágil alto el fuego en Gaza, en vigor desde el 10 de octubre. Washington afirma que los avances son mejores de lo previsto tras dos años de guerra entre Israel y Hamás.
El vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, y otros enviados de Washington se mostraron optimistas sobre el frágil alto el fuego en Gaza, al que calificaron de "mejor de lo esperado" durante su visita a Israel este martes. Vance reconoció los recientes brotes de violencia, pero aseguró que el alto el fuego, en vigor desde el 10 de octubre, "va mejor de lo que pensábamos" tras dos años de guerra entre Israel y Hamás.
El enviado especial de la Administración Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff, coincidió al afirmar que "estamos más adelantados de lo que esperábamos en este momento". La delegación estadounidense visita Israel en un contexto de incertidumbre sobre el futuro político y de seguridad en Gaza: aún no está claro si Hamás aceptará desarmarse, cuándo podría desplegarse una fuerza internacional en el enclave ni quién asumirá su Gobierno tras el conflicto.
Vance quiso restar importancia a las especulaciones sobre que su viaje, el primero desde que asumió la vicepresidencia, se haya organizado con urgencia para mantener el alto el fuego. El vicepresidente dijo sentirse "confiado en que llegaremos a un punto en el que esta paz pueda perdurar", aunque advirtió que, si Hamás no coopera, "será arrasada".
Jared Kushner, yerno del presidente Donald Trump y uno de los principales artífices del acuerdo de alto el fuego, reconoció la complejidad del proceso. "Ambas partes están pasando de dos años de una guerra muy intensa a una nueva etapa de paz", afirmó.
Se espera que el vicepresidente J.D. Vance permanezca en la región hasta el jueves, con reuniones programadas con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y otros altos funcionarios del país.
Hamás afirma ha recuperado los restos de otros dos rehenes
Mientras tanto, el grupo terrorista Hamás ha recuperado los restos de otros dos rehenes, que han sido entregados a Israel este martes por la noche.
Ante la frustración israelí por la lentitud en el proceso de repatriación, Vance pidió "un poco de paciencia". "Algunos de estos rehenes están enterrados bajo miles de kilos de escombros. Nadie sabe exactamente dónde se encuentran", explicó el vicepresidente estadounidense.
Ante las preguntas de los periodistas sobre los próximos pasos del alto el fuego, J.D. Vance reconoció que "gran parte de este trabajo es muy duro" e hizo un llamado a la flexibilidad.
"Una vez que tanto los gazatíes como nuestros amigos israelíes puedan tener cierto grado de seguridad, entonces abordaremos la cuestión de la gobernanza de Gaza a largo plazo", señaló. "Por ahora, centrémonos en la seguridad, la reconstrucción y en garantizar alimentos y medicinas para la población", añadió.
Aunque Estados Unidos ha desplegado recientemente unos 200 soldados en Israel, Vance subrayó que no estarán sobre el terreno en Gaza. No obstante, confirmó que los funcionarios estadounidenses han comenzado a "conceptualizar cómo sería una fuerza de seguridad internacional" para el territorio.
El vicepresidente mencionó a Turquía e Indonesia como posibles países participantes en esa misión. Durante su intervención, se podían ver las banderas de Jordania, Alemania, Reino Unido y Dinamarca en el escenario. El alto el fuego, vigente desde el 10 de octubre, fue puesto a prueba el domingo tras nuevos enfrentamientos y acusaciones mutuas de violaciones, aunque tanto Israel como Hamás reiteraron su compromiso con el acuerdo.
El jefe de la agencia de inteligencia egipcia, el general de división Hassan Rashad, viajó el martes a Israel para reunirse con el primer ministro Benjamín Netanyahu, el enviado Steve Witkoff y otros responsables, con el fin de revisar el cumplimiento del alto el fuego, según informó la oficina de Netanyahu.
Por su parte, los negociadores de Hamás insistieron en que el grupo está "comprometido a garantizar que la guerra termine de una vez por todas".
Aumenta la ayuda a Gaza
Las organizaciones internacionales informaron de un incremento en la entrada de ayuda humanitaria al enclave, mientras las fuerzas de seguridad controladas por Hamás lanzaron una ofensiva contra la especulación de precios entre comerciantes privados.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) comunicó que ha enviado más de 530 camiones con suministros a Gaza en los últimos diez días, cantidad suficiente para alimentar a casi medio millón de personas durante dos semanas.
Sin embargo, esa cifra sigue siendo muy inferior a los 500 o 600 camiones diarios que ingresaban al territorio antes del estallido de la guerra.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) informó que ha restablecido 26 puntos de distribución en Gaza y espera alcanzar cuanto antes los 145 puntos operativos previos al conflicto.
Según residentes locales, los precios de los productos básicos se dispararon el domingo, después de que milicianos mataran a dos soldados israelíes e Israel respondiera con bombardeos que dejaron decenas de palestinos muertos. En represalia, Tel Aviv amenazó con suspender la entrada de ayuda humanitaria.
En un mercado de la ciudad central de Deir al Balah, un saco de 25 kilos de harina llegó a venderse por más de 70 dólares (unos 66 euros) el domingo, frente a los 12 dólares (10 euros) que costaba poco después del inicio del alto el fuego. Para el martes, el precio había bajado a unos 30 dólares (25 euros), aún muy por encima de los niveles previos.
Mohamed al Faqawi, residente de Jan Yunis, acusó a algunos comerciantes de aprovecharse de la situación de inseguridad. "Nos están explotando", denunció. El lunes, Hamás anunció que sus fuerzas de seguridad realizaron redadas en varios comercios de toda Gaza, cerrando algunos establecimientos y obligando a los vendedores a reducir los precios.
El grupo aseguró además haber garantizado la circulación segura de los camiones de ayuda y detenido los saqueos durante las entregas de suministros.
Nahed Sheheiber, jefe del sindicato de camioneros privados de Gaza, aseguró que no se ha producido ningún robo de ayuda humanitaria desde que comenzó el alto el fuego.
Sin embargo, persisten otros problemas graves. El sistema financiero de Gaza está prácticamente colapsado: con la mayoría de las sucursales bancarias y cajeros automáticos fuera de servicio, los ciudadanos se ven obligados a pagar comisiones abusivas a una red informal de corredores de efectivo para obtener dinero con el que cubrir sus gastos diarios.
El martes, decenas de personas hicieron largas colas frente al Banco de Palestina, en Deir al Balah, con la esperanza de acceder a sus ahorros. La mayoría se marchó sin éxito. "Sin el banco abierto y sin dinero, no importa que los precios hayan bajado", lamentó Kamilia al Ajez, una de las residentes que esperaba frente a la sucursal.