Newsletter Newsletters Events Eventos Podcasts Videos Africanews
Loader
Encuéntranos
Publicidad

Caos 'Made in Moscú': así une Rusia a los extremistas alemanes en su guerra híbrida contra Occidente

Rusia persigue a los extremistas en Alemania
Rusia persigue a los extremistas en Alemania Derechos de autor  Olga Lavrentyeva
Derechos de autor Olga Lavrentyeva
Por Johanna Urbancik
Publicado
Compartir esta noticia Comentarios
Compartir esta noticia Close Button

Desde los neonazis hasta los movimientos de izquierda, Rusia explota coincidencias ideológicas y campañas de desinformación para sembrar caos, división e inseguridad en Alemania.

Aproximadamente un mes después del atentado terrorista de Hamás en Israel del 7 de octubre de 2023, en el que murieron más de 1.200 personas y más de 250 fueron secuestradas, comenzaron a aparecer estrellas de David pintadas en azul sobre las fachadas de varios edificios en París. En un primer momento, las autoridades francesas sospecharon un acto de carácter antisemita. Sin embargo, las investigaciones posteriores revelaron indicios que apuntaban a una operación de desinformación vinculada a Rusia.

Según las pesquisas, dos parejas de nacionalidad moldava habrían pintado las estrellas con spray a cambio de una pequeña suma de dinero, siguiendo instrucciones de un contacto extranjero. El propósito no era lanzar un mensaje abiertamente antisemita, sino sembrar confusión y desconfianza en la opinión pública.

Un hombre camina entre muros pintados con estrellas de David en París, 31 de octubre de 2023.
Un hombre camina entre muros pintados con estrellas de David en París, 31 de octubre de 2023. Michel Euler/Copyright 2023 The AP. All rights reserved.

Memes de Putin y pequeños trabajos

También en Alemania se contrata a personas para realizar pequeños actos de sabotaje y espionaje en favor de actores extranjeros. El Servicio Federal de Inteligencia (BND), la Oficina Federal de Policía Criminal (BKA), la Oficina para la Protección de la Constitución (BfV) y el Servicio de Contrainteligencia Militar (MAD) dan por hecho que Rusia está detrás de la contratación de los llamados 'agentes desechables', también conocidos como 'agentes de bajo nivel'.

Estos agentes son personas reclutadas, por lo general, a través de redes sociales y remuneradas con pequeñas sumas de dinero para llevar a cabo tareas menores, como grabar infraestructuras críticas o militares, cometer ataques incendiarios o hacer pintadas. "A veces también se les recluta por motivos ideológicos", explica el analista austriaco de desinformación Dietmar Pichler.

"Echas un vistazo: ¿Están en algún grupo (en las redes sociales)? ¿Están ya radicalizados? ¿Están quizás desesperados? Aquí, en Occidente, suele tratarse de personas conocidas por dar 'me gusta' a fotos de Putin o compartir memes. Entonces se contacta con ellos y se intenta ganárselos para que poco a poco vayan creciendo", añade Pichler en una entrevista con 'Euronews'.

Las preferencias políticas concretas no son relevantes, ya que "Rusia apoya todos los esfuerzos extremistas en Alemania y en toda Europa", señala el experto en terrorismo y director del Proyecto de Lucha contra el Extremismo (CEP), Hans Jakob Schindler.

Según Schindler, para Rusia no importa si los grupos son de extrema izquierda, extrema derecha o islamistas: lo esencial es el grado de perturbación que puedan generar. En el marco de la guerra híbrida, explica, "lo único que importa es que, como parte de esa estrategia, ya sea como grupo o red, no causan necesariamente daños directos, pero sí fomentan divisiones e inseguridad".

De neonazi a estalinista

Resulta razonable concluir que Rusia busca perjudicar a Ucrania mediante actos de sabotaje y espionaje como respuesta al apoyo occidental a Kiev. Sin embargo, la guerra híbrida contra Occidente persigue un objetivo más amplio: sembrar caos, inseguridad y división.

Sinan Selen, presidente de la Oficina para la Protección de la Constitución, declaró al programa 'Nachtjournal Spezial' de 'RTL' que "el enfoque no se limita a personas o partidos individuales". Según explicó, "donde se puede ver un rasgo llamativo es que el empeño está teniendo lugar con mucha fuerza en los márgenes políticos". Añadió además que "personas tanto de izquierdas como de derechas intentan establecer contactos aquí porque esperan tener éxito".

Johannes Kieß, investigador especializado en extremismo de derechas, confirmó también en declaraciones a 'Euronews' que numerosos grupos extremistas mantienen vínculos ideológicos con Rusia.

Según Kieß, aunque dentro de la extrema derecha existen corrientes que conservan ideas antieslavas tradicionales, similares a las que defendían los nacionalsocialistas, en las últimas décadas se ha observado un cambio significativo. La llamada Nueva Derecha ha sustituido en parte la doctrina racial clásica por el concepto de etno-pluralismo.

Kieß añade que Rusia ha encontrado su lugar dentro de esta corriente. Los etno-pluralistas sostienen que cada "grupo étnico" o cultura debe disponer de su propio espacio vital e identidad, y que los diferentes grupos deben mantenerse separados para preservar su "pureza cultural".

Contactos con Rusia

En sus investigaciones, centradas principalmente en el extremismo de derechas, pero también en otros movimientos antidemocráticos, Johannes Kieß ha encontrado repetidas evidencias de vínculos con Rusia. Sin embargo, estas pruebas no son suficientes para afirmar que un partido o grupo concreto esté directamente controlado por Moscú.

Según el experto, lo que sí existe es una coincidencia de intereses o ciertos solapamientos ideológicos. A su juicio, el partido Sajonia Libre constituye un ejemplo ilustrativo. "Se sabe que el presidente ya tenía contactos rusos", explica Kieß.

"Estudió allí, viajaba a Rusia con regularidad, mantenía contactos e incluso representaba a empresas rusas como abogado en Alemania. Sin embargo, no se sabe si realmente recibió dinero de Rusia para la creación de Sajonia Libre", añade Kieß, quien insiste en que no hay pruebas que lo demuestren.

"No obstante, estos contactos existen y se siguen estrategias similares. Por ejemplo, miembros de Sajonia Libre viajaron a Rusia en una visita organizada cuando la guerra aún no se había recrudecido. Incluso durante la llamada crisis de los refugiados después de 2015, cuentas y campañas falsas rusas, sobre todo en zonas de habla rusa en Alemania, trataron de exacerbar los conflictos. Esto no es nada nuevo: hay pruebas relativamente claras de la influencia rusa ya en 2015/16".

Según Kieß, entra entonces en juego un segundo elemento: la lucha constante contra la modernidad, es decir, contra la sociedad moderna y todo lo que esta representa, como el feminismo. Dentro de esa narrativa, Rusia se presenta como el "contrapeso" a la modernidad, a Occidente y a Estados Unidos.

Los grupos de extrema izquierda, por su parte, rechazan a la OTAN y a Estados Unidos, a los que consideran "actores imperialistas" responsables, junto con el capitalismo, de las injusticias globales. Para la mayoría de los movimientos extremistas, Rusia se convierte así en una alternativa ideológica. "Hay ejemplos de neonazis que se solidarizan con Palestina porque dicen que el pueblo palestino también tiene derecho a la autodeterminación, en el sentido etno-pluralista", explica Kieß.

"Por supuesto, esto también es una provocación, una forma de vengarse de la izquierda. Al mismo tiempo, esta postura transmite una posición clara contra el Estado de Israel, es decir, contra el Estado de los judíos. Se mezclan muchas cosas muy rápidamente".

Varios miles de personas participan en una manifestación por la paz en Berlín el 3 de octubre de 2025
Varios miles de personas participan en una manifestación por la paz en Berlín el 3 de octubre de 2025 Markus Schreiber/Copyright 2025 The AP. All rights reserved

La propaganda rusa es roja

El proyecto mediático 'Redfish' es un buen ejemplo de la estrategia propagandística del Kremlin. 'Redfish' se presentaba como un portal de noticias de izquierda y de base, pero, según una investigación de 'Vice' publicada en marzo de 2022, se trataba en realidad de un proyecto de propaganda ruso, descrito como una "filial" de Ruptly GmbH, una empresa controlada por el Estado ruso.

El medio estaba dirigido específicamente a audiencias de izquierda y progresistas, y utilizaba temas legítimos, como el racismo o el colonialismo, para dar credibilidad a narrativas prorrusas.

Aunque 'Redfish' anunció en 2023 que se había visto obligado a cerrar, pronto pareció surgir un sucesor bajo el nombre de 'Red'. En junio de ese mismo año, el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán confirmó que Rusia también utilizaba este medio digital para dividir a la sociedad alemana como parte de una campaña de desinformación.

Hasta su cierre en mayo de este año, 'Red' fue gestionado por la empresa turca de medios AFA Medya, cuyo fundador, Huseyin Dogru, figura en la lista de sanciones de la Unión Europea por sus vínculos con Rusia. Tanto él como la empresa son acusados de interferir en el proceso político democrático alemán.

El propio medio publicó en su página web un artículo en el que criticaba su cierre. En él, se le acusaba de ser una continuación del proyecto ruso 'Russia Today Redfish' y de haber instigado protestas propalestinas en Alemania. 'red.media' niega estas acusaciones y subraya que es un "medio independiente y anticolonial que informa a favor de Palestina y contra el imperialismo".

Según Kieß, el antisemitismo en los grupos de izquierda sigue estando fuertemente influido por el legado del estalinismo. Stalin difundió grandes cantidades de propaganda antisemita en la década de 1950, y parte de esa ideología, señala el experto, "también se ha filtrado en los movimientos de izquierda de Europa Occidental".

Una bandera germano-rusa y un cartel en una manifestación pro Palestina en Berlín.
Una bandera germano-rusa y un cartel en una manifestación pro Palestina en Berlín Johanna Urbancik

Populismo, antisemitismo y propaganda rusa

"Tanto a la derecha como a la izquierda del espectro, el resultado final suele ser una forma de pensar centrada en el pueblo, contra las élites. Este impulso populista contiene en su estructura elementos relacionados con el antisemitismo", explica Kieß, investigador del extremismo de derechas.

Esta mezcla de diversos bandos políticos con tendencias prorrusas es susceptible a la propaganda rusa y, por tanto, también forma parte de la guerra híbrida. De este modo, Rusia ha conseguido inquietar a Occidente con una serie de pequeños pinchazos.

Los expertos califican a veces la guerra híbrida de terrorismo y comparan sus métodos con los del autodenominado Estado Islámico. Más información en la cuarta parte de la serie de 'Euronews': "El terror secreto de Putin en Alemania".

Ir a los atajos de accesibilidad
Compartir esta noticia Comentarios