El presidente español aprueba una medida económica menor mediante un decreto ley, ante su vigente debilidad parlamentaria, para intentar reconducir a los independentistas catalanes derechistas ante la mesa de negociación.
Pedro Sánchez trata de salvar su tercera legislatura lanzando guiños al actor político que la ha hecho virtual y matemáticamente inviable. En una ronda mediática realizada por los platós de 'Rac 1', 'Ràdio 4' y 'La 2 Cataluña', el presidente del Gobierno trata de reiniciar sus negociaciones con Junts, en punto muerto tras su ruptura con el PSOE, con promesas vía decreto ley.
Sánchez ha anunciado un nuevo paquete de medidas, aprobación en el Consejo de Ministros mediante, que pretende dar más margen de gasto a ayuntamientos y entidades locales.
Junts ha perdido grandes feudos de poder institucional en Cataluña tras el fin del 'procés' y las municipales de 2023: mantiene un único consistorio por encima de los 50.000 habitantes (San Cugat, en coalición con Esquerra); cuatro capitales de comarca (Figueres, Vic, Igualada y Olot), además de la Diputación de Gerona. Además, el auge de la ultraderecha independentista de Sílvia Orriols está provocando una sangría de votos en la formación que, históricamente, había aglutinado el voto conservador catalanista.
"Espero que se puedan asentar las bases para, en un futuro próximo, retomar ese diálogo", ha declarado ante los micrófonos de 'Rac 1'. "Creo que merece la pena y que la sociedad catalana lo quiere ver".
Sánchez también ha declarado que confía en que Carles Puigdemont pueda regresar a Cataluña, a la espera de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea confirme la validez de la amnistíaaplicada a los líderes independentistas, entre otros sectores**,** tras el dictamen del abogado general de la UE que la aprobaba a grandes rasgos. El TJUE no tiene por qué seguir este dictamen, aunque suele hacerlo históricamente.
"La normalización total no se va a poder producir hasta que Puigdemont no vuelva y pueda ejercer en plenitud sus derechos políticos", ha asegurado Sánchez, quien también ha expresado que desearía visitar al ex 'president' catalán en su autodenominado exilio en la región del Vallespir, en la Cataluña Nord del sur de Francia y apenas una hora en coche de su ciudad natal. "No se ha dado la oportunidad, pero evidentemente sería coherente con toda esta agenda de normalización", ha declarado el presidente español.
La legislatura de Pedro Sánchez depende, desde las elecciones de julio de 2023, de una amalgama imposible en el Congreso: desde los nacionalismos de derechas (PNV, Junts), pasando por la izquierda estatal de Podemos y acabando con varios votos del grupo mixto, donde un recién encarcelado José Luis Ábalos acaba de perder su derecho a voto tras ingresar en la prisión de Soto del Real. Los siete votos de Junts se ataron, o eso pensaban los socialistas, tras pactar la ley de amnistía cuya aplicación está en el aire.
Ábalos, exsecretario general del PSOE, exministro de Transportes y en prisión preventiva por una trama de corrupción que afecta tanto a su antiguo partido como al Gobierno, también ha sido mencionado por el presidente durante sus entrevistas de esta mañana.
"Una cosa es que también tuviera una confianza política en él, no la niego, y otra cosa es que desde el punto de vista personal fuera un gran desconocido para mí", ha llegado a asegurar Sánchez sobre uno de sus primeros apoyos políticos tras su destitución como secretario general del PSOE. Ábalos también fue el encargado de leer el principal discurso que motivó la primera moción de censura exitosa de la democracia, cuyo eje central, irónicamente, orbitaba en torno a la corrupción del Gobierno de Mariano Rajoy.