La confianza económica en la Eurozona cayó en agosto, con un debilitamiento de la confianza en Alemania, Italia y España. La crisis política de Francia, a la espera de una moción de censura, añade incertidumbre a los mercados, que se preparan para las posibles consecuencias.
El sentimiento económico de la eurozona volvió a caer en agosto, subrayando la fragilidad de la recuperación de la región en medio de unas expectativas de inflación obstinadas y señales contradictorias del mercado laboral.
El Indicador de Sentimiento Económico (ISE), publicado el jueves por la Comisión Europea, bajó 0,5 puntos, hasta 95,2, en la zona euro, y 0,3 puntos, hasta 94,9, en el conjunto de la Unión Europea. Ambas lecturas se mantienen muy por debajo de la media a largo plazo de 100 puntos, lo que indica que la confianza de los hogares y las empresas sigue siendo escasa.
El descenso de la confianza se debió a caídas marginales en la industria, los servicios, la construcción y la confianza de los consumidores. Sólo el comercio minorista registró una ligera mejora.
Entre las principales economías, España registró la caída más pronunciada, de 2,6 puntos, mientras que Alemania e Italia registraron un descenso de un punto cada una. Los Países Bajos registraron una mejora significativa, con una subida de 3,5 puntos, y la confianza de Francia se mantuvo prácticamente sin cambios.
Es importante señalar que la encuesta de la Comisión Europea aún no recoge la reciente escalada de la crisis política francesa, que se produjo después del periodo de recogida de datos.
Las expectativas de inflación siguen siendo elevadas
Según la encuesta, las expectativas de los consumidores sobre los precios para el año próximo siguieron aumentando, incluso cuando la percepción de las recientes subidas de precios empezó a remitir.
En el sector empresarial, las expectativas de precios de venta cayeron en la industria y el comercio minorista, y se mantuvieron estables en la construcción. Sin embargo, el sector servicios registró un segundo aumento mensual consecutivo.
El Indicador de Incertidumbre Económica descendió ligeramente, en 0,4 puntos, hasta 16,9, y los directivos de los servicios, el comercio minorista y la industria se sintieron ligeramente más confiados sobre las futuras condiciones empresariales. Sin embargo, las empresas de la construcción y los consumidores declararon un aumento de la incertidumbre, sobre todo en lo que respecta a la economía doméstica.
El mercado laboral emitió algunas señales positivas. El Indicador de Expectativas de Empleo aumentó moderadamente, en 0,3 puntos en la zona euro, hasta 97,8, apoyado por unos planes de contratación más optimistas en la industria, el comercio minorista y la construcción. Los servicios se mantuvieron estables.
El "golpe de póquer" de Francia podría tener repercusiones en la zona euro, advierte un experto
El primer ministro francés, François Bayrou, ha adelantado al 8 de septiembre una moción de censura, lo que ha provocado las advertencias de los economistas sobre los crecientes riesgos fiscales y políticos.
En una nota publicada esta semana, Sonia Renoult, estratega de renta fija de ABN Amro, calificó la medida de "golpe de póquer", una apuesta, explicando que Bayrou está tratando de enmarcar el enfrentamiento como una elección entre la estabilidad fiscal y la obstrucción política.
La mayoría de los partidos de la oposición ya han declarado su intención de votar en contra del Gobierno. "Esto hace que sea muy probable que el Gobierno se derrumbe el 8 de septiembre", añadió Renoult. En caso de que Francia vuelva a las urnas, ABN Amro advierte de que los efectos de contagio podrían afectar a otros mercados de bonos de la eurozona.
"Una posible nueva ronda de elecciones tendría probablemente efectos indirectos más amplios en toda la eurozona", señalan, citando un mayor escrutinio de los inversores sobre la disciplina fiscal.
Todos los ojos puestos en el diferencial OAT-Bund
El diferencial OAT-Bund, que mide la diferencia de rendimiento entre la deuda pública francesa y alemana a 10 años, es un barómetro clave del riesgo político en Francia. Se ha ampliado a 79 puntos básicos, frente a los 70 puntos básicos de finales de la semana pasada, lo que refleja el creciente malestar de los inversores ante la moción de censura del 8 de septiembre.
Los estrategas de ABN Amro prevén que el diferencial se sitúe entre 75 y 80 puntos básicos en los días previos a la votación, ya que los mercados mantienen una postura prudente de espera.
La reacción final del mercado dependerá de lo que suceda a continuación. Si el presidente Emmanuel Macron nombra a un nuevo primer ministro -probablemente de centro-izquierda- sin disolver el Parlamento, los diferenciales podrían volver a los 70 puntos básicos.
Sin embargo, si se convocan nuevas elecciones legislativas, los analistas advierten de que el diferencial podría ampliarse bruscamente, superando potencialmente los máximos alcanzados durante las elecciones anticipadas de junio de 2024.