Estados Unidos, que impuso aranceles del 50% al acero y aluminio de la UE en junio, exige a los importadores que proporcionen prueba de origen de estos materiales cuando forman parte de un producto terminado: un dolor de cabeza para la industria europea.
Los nuevos aranceles estadounidenses sobre el acero y el aluminio, diseñados para determinar el origen de estos metales en los productos importados, están generando un costo adicional además de los aranceles base de EE.UU., según representantes de la industria de la UE.
“Determinar el origen exacto del acero o del aluminio bajo la regla de 'fundición y vertido' es extremadamente complejo y a menudo requiere cooperación a través de múltiples niveles de proveedores, muchos de los cuales pueden no tener esta información ellos mismos”, dijo a 'Euronews' un portavoz de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA).
Agregó: "La situación se complica aún más cuando una sola pieza entra en varias categorías arancelarias a la vez, como acero, aluminio y cobre". En junio, la Administración estadounidense impuso aranceles del 50% sobre el acero y el aluminio de la UE importados a EE.UU. Y en agosto fue más allá al añadir 407 categorías adicionales de productos como extintores, maquinaria, turbinas eólicas o materiales de construcción que contienen o están contenidos en aluminio o acero.
Impacto financiero "sustancial"
"Aunque la mayoría de los productos específicos del sector automotriz quedan fuera del alcance, muchos materiales genéricos esenciales para la fabricación de automóviles ahora se ven afectados", dijo el portavoz de ACEA.
Algunas compañías automovilísticas ya están enfrentando un impacto financiero "sustancial", según el lobby que aún está consolidando las cifras sobre las consecuencias para el sector. Bajo el acuerdo comercial UE-EE.UU. alcanzado en agosto, los coches de la UE ya están sujetos a aranceles del 15% en EE.UU.
Identificar el origen de los productos es un verdadero dolor de cabeza para las industrias, que se quejan de la carga administrativa y los costos asociados. "Estos aranceles ejercen una presión significativa sobre el sector de herramientas de máquina, aumentando los costos y la incertidumbre para los exportadores europeos, y creando cargas administrativas adicionales relacionadas con los requisitos de declaración de origen del acero", dijo en un comunicado CECIMO, la asociación europea de tecnologías de fabricación.
La UE no consiguió exenciones de aranceles para el acero y el aluminio que llegan a EE.UU. en el acuerdo comercial concluido en julio, pero aún espera acordar cuotas de aranceles con la administración estadounidense que aliviarían la carga para las exportaciones de la UE a EE.UU.