Donald Trump, anunció la imposición de nuevos aranceles del 10% y 25% a la madera y diversos productos de mobiliario importados, incluidos armarios de cocina, que entrarán en vigor el 14 de octubre. Trump justificó la medida alegando que las importaciones amenazan la seguridad nacional.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró el lunes que impondrá aranceles del 10% a la madera y la madera aserrada importadas, y un gravamen del 25% a los armarios de cocina, tocadores de baño y ciertos muebles tapizados, incluidos sofás y sillones.
En su anuncio del lunes, Trump afirmó que una investigación concluyó que "los productos de madera se están importando a Estados Unidos en tales cantidades y bajo tales circunstancias que amenazan con menoscabar la seguridad nacional de Estados Unidos".
Según el comunicado, la industria maderera estadounidense dispone de abundante materia prima, pero las importaciones han debilitado la capacidad manufacturera nacional hasta el punto de que "Estados Unidos podría ser incapaz de satisfacer la demanda de productos de madera cruciales para la defensa nacional y las infraestructuras críticas".
Trump también amplió los aranceles a los productos terminados, "para garantizar que los aranceles a los productos de madera en esta proclamación no se eludan". Los aranceles a estas importaciones procedentes del Reino Unido están sujetos a nuevas negociaciones, mientras que la UE y Japón se enfrentan a gravámenes no superiores al 15% sobre estos productos, según el comunicado de Trump. También podrían celebrarse más negociaciones con otros socios comerciales antes de que los aranceles entren en vigor el 14 de octubre.
A partir del 1 de enero de 2026, el gravamen sobre determinados productos de madera tapizados aumentará al 30%, mientras que los armarios de cocina y los tocadores afrontarán un arancel del 50%.
Justificación de "seguridad nacional" y críticas de los expertos
Se trata de los últimos de una serie de aranceles estadounidenses anunciados por Trump, quien sostiene que su objetivo es reducir el déficit presupuestario del Gobierno y reforzar la producción nacional.
Al referirse a la seguridad nacional, Trump invoca la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial, que autoriza al Presidente a controlar las importaciones en nombre de la seguridad federal. Sin embargo, no todos comparten su razonamiento.
"Es difícil ver cómo la industria de los armarios de cocina es esencial para ganar la próxima guerra", afirmó Mary Lovely, investigadora sénior del Instituto Peterson de Economía Internacional.
El impacto económico y la estrategia legal de Trump
Es probable que los gravámenes perjudiquen a grandes exportadores de muebles como China y Vietnam. Pero también es previsible que encarezcan el coste de nuevas viviendas y apartamentos, así como de proyectos de redecoración doméstica.
Los propietarios de viviendas ya están reduciendo gastos debido a los altos precios y a la fragilidad de la economía. Según el Departamento de Trabajo, el precio de los muebles de salón, cocina y comedor ha subido casi un 10% en el último año.
"Añadir costes significativos a los muebles, armarios, tocadores y materiales de construcción hará que el sueño americano de tener una casa resulte mucho más caro", señaló Jonathan Gold, vicepresidente de cadena de suministro y política aduanera de la Federación Nacional de Minoristas. "La rapidez con la que se anuncian e implementan estos aranceles sigue causando estragos en las cadenas de suministro del comercio minorista. La incertidumbre dificulta que los minoristas planifiquen adecuadamente y mitiguen el impacto de los aranceles".
Anteriormente, Trump había justificado sus aranceles más amplios utilizando otro mecanismo, al declarar una serie de emergencias nacionales en virtud de una ley de 1977. Pero dos tribunales dictaminaron que el Presidente se había excedido en su autoridad al invocar la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA) para imponer impuestos a las importaciones. El Tribunal Supremo está examinando el caso en apelación.
Robert Lawrence, profesor de comercio e inversión internacionales en la Universidad de Harvard, afirmó que recurrir a la Sección 232 da al Presidente un plan B en caso de que los tribunales anulen sus aranceles basados en la IEEPA. "Ahora tiene un seguro y demuestra que va a poder salirse con la suya al subir los aranceles, incluso si pierde ese caso".