La reventa de entradas se ha sofisticado, según las autoridades británicas, pero las medidas contra la reventa ilegal no se aplicarán al torneo de tenis más caro del circuito: Wimbledon.
El Gobierno británico ha anunciado planes para prohibir la reventa de entradas de conciertos, teatro, comedia, deporte y otros espectáculos en directo por encima de su precio original. La medida busca que los aficionados a la música y al deporte no vuelvan a pagar sobreprecios abusivos en el mercado de reventa. Sin embargo, hay una excepción a la norma, los mejores asientos para el Grand Slam de tenis Wimbledon.
La reventa de entradas se ha sofisticado cada vez más en los últimos años, según el Gobierno británico. Los revendedores compran grandes volúmenes de entradas por internet, a menudo con bots, y luego las vuelven a poner a la venta en plataformas de reventa a precios desorbitados. Esto ha causado frustración a millones de aficionados y viene perjudicando al sector de los espectáculos en directo.
Las nuevas propuestas pretenden acabar con esta práctica. Revender por encima del precio original será ilegal, y se definirá en la ley como el precio de la entrada más las tasas inevitables, incluidos los gastos de gestión. Las comisiones que cobren las plataformas de reventa estarán limitadas para evitar que se eluda el tope de precio.
Estas plataformas tendrán la obligación legal de vigilar y hacer cumplir ese límite. Además, se prohibirá revender más entradas de las que se podía comprar en la venta inicial.
"Durante demasiado tiempo, los revendedores han exprimido a los aficionados, usando 'bots' para acaparar lotes de entradas y revenderlas a precios disparatados. Se han convertido en una industria en la sombra en las plataformas de reventa, actuando sin consecuencias", dijo la ministra de Cultura, Lisa Nandy. "Este Gobierno pone a los aficionados por delante. Nuestras nuevas propuestas cerrarán el negocio de la reventa y harán que la música, la comedia, el teatro y el deporte de primer nivel sean asequibles para todo el mundo".
Los mejores asientos de Wimbledon, exentos
Sin embargo, hay un evento que queda exento de la nueva normativa. Las restricciones a la reventa no se aplicarán a los titulares de abonos de Wimbledon, lo que les permitirá vender sus entradas de primera categoría por decenas de miles de libras.
Según los ministros, los programas de abono en la emblemática pista "operan de forma muy distinta a las entradas de eventos puntuales, que son instrumentos financieros, y permiten a las empresas de espectáculos en directo generar ingresos seguros y por adelantado que pueden invertirse en ofrecer al público eventos deportivos, musicales y de otro tipo de primer nivel".
Estos abonos garantizan a su titular un asiento en la Pista Central todos los días del campeonato durante cinco años, además de acceso a determinados restaurantes y bares. El tenedor puede revenderla al precio o con el margen que quiera, o transferirla si no puede asistir a Wimbledon, lo que le permite recuperar parte del coste, que puede llegar a las 116.000 libras (unos 131.000 euros).
Con esta práctica, asientos para las primeras rondas del torneo se han vendido a 9.000 libras (10.226 euros) por entrada, y las finales masculinas han alcanzado las 40.000 libras (45.000 euros) el par.
Los organizadores de Wimbledon, el All England Lawn Tennis and Croquet Club (AELTC), señalaron que los abonos, también conocidos debentures, aportan fondos cruciales para el funcionamiento del torneo y el mantenimiento de las instalaciones.
Por ejemplo, han contribuido a financiar la instalación de techos retráctiles en la Pista Central y en la Pista nº 1. El AELTC añadió que los abonos les permiten subvencionar otras entradas, como los pases de acceso al recinto de 30 libras (34 euros). Junto a los programas de abonos, también quedan exentas las entradas revendidas por organizaciones benéficas registradas con fines de recaudación.