Ha sido el noviembre más caluroso registrado de 1981-2010 con temperaturas de casi 0,8 grados centígrados por encima de la media. Aquí en Europa, el otoño, de septiembre a noviembre también marcó un récord, con temperaturas de 1,9 grados centígrados por encima de la media.
PUBLICIDADPueden ver nuestro programa mensual sobre el cambio climático en este vídeo. Sabrán de un nuevo proyecto único en el sur de Francia para gestionar el riesgo de inundaciones. Podrán ver cómo meteorólogos, especialistas en satélites y autoridades locales trabajan juntos para despejar los atascos de troncos, y mantener a todo el mundo a salvo cuando llega la lluvia y el agua empieza a subir.
Ha sido el noviembre más caluroso registrado de 1981-2010 con temperaturas de casi 0,8 grados centígrados por encima de la media. Aquí en Europa, el otoño, de septiembre a noviembre también marcó un récord, con temperaturas de 1,9 grados centígrados por encima de la media.
El cambio climático trata de tendencias a largo plazo. Aquí en este gráfico podemos ver datos desde 1979. Pueden ver cómo esta anomalía de noviembre es parte de este calentamiento general.
¿Qué pasó en diferentes partes del mundo?
Bueno, ha sido el noviembre más caluroso registrado nunca en Australia. Hubo informes de olas de calor en Malawi y Mozambique.
Luego, en Asia Central, el mes pasado hizo mucho más frío. Tuvieron temperaturas de hasta 5 grados por debajo de la media.
En Europa, fue mucho más cálido en los Alpes y Escandinavia.
Noruega tuvo su noviembre más cálido registrado, y Estocolmo registró un nuevo récord de 15,1 grados.
Nuestro informe. Con un planeta más cálido viene un mayor riesgo de tormentas intensas en algunas partes del mundo, provocando inundaciones y pérdida de vidas.
Sin embargo, hay mucho que se puede hacer para estar mejor preparados.
Un nuevo proyecto en el sur de Francia reúne a científicos del clima, especialistas en satélites y autoridades locales para desarrollar un nuevo enfoque proactivo para limitar el impacto de las inundaciones. Allí estuvimos.
Estas poderosas máquinas limpian los atascos de troncos en el río Aude, escombros dejados por una tormenta mortal hace dos años.
Las inundaciones de 2018 fueron un momento crucial para las autoridades francesas, que decidieron hacer que su región fuera más resistente a los efectos del cambio climático.
Tomar la iniciativa ha conllevado algunas decisiones difíciles, como evacuar y demoler estas casas en riesgo de inundación.
También ha significado desarrollar nuevas herramientas con los socios del proyecto de la agencia espacial francesa CNES y Copérnico para utilizar la inteligencia artificial para detectar en las imágenes de satélite los atascos de troncos, los viñedos dañados y las zonas de posibles derrumbes.
Gwendoline Blanchet, directora e proyecto del Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia, explica:"Tenemos las consecuencias de las inundaciones con la detección de los impactos de las crecidas, por ejemplo los atascos de troncos y las viñas dañadas. Pero también miramos hacia el futuro, para saber qué hacer. Y en este proyecto estamos viendo cinco grandes inundaciones, situaciones extremas, a partir de 1999, y estudiando las imágenes de satélite para ver que pasó y que conclusiones podemos sacar para el futuro".
Las lluvias tormentosas siempre han golpeado esta región. Pero los expertos del servicio meteorológico francés, dicen que el fenómeno se está volviendo más intenso y más frecuente como resultado del cambio climático.
JEAN-MICHEL SOUBEYROUX, DIRECTOR ADJUNTO DE CLIMATOLOGÍA de MÉTÉO FRANCE asegura:"Con una atmósfera más cálida y, en particular, un Mediterráneo más cálido, las tormentas que se forman sobre el Mediterráneo tienen mucho más vapor de agua debido a la temperatura, y pueden liberar mayores cantidades de agua durante estas intensas tormentas".
PUBLICIDADEn la orillas del río, la atención se centra en actuar ahora, para limitar los daños cuando vuelvan las tormentas.
Ese proyecto se lleva a cabo actualmente en Francia, pero el objetivo final es aplicar el mismo enfoque a otras comunidades que corren el riesgo de sufrir inundaciones en toda Europa.