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La acuicultura ha dejado de ser "trabajo de hombres"

La acuicultura ha dejado de ser "trabajo de hombres"
Derechos de autor Euronews
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Por Denis Loctier
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Desde emprendedoras que hacen cuero con piel de pescado a empresas pesqueras gestionadas en su mayor parte por mujeres, las industrias en torno al mar rompen mitos sobre los "trabajos de hombres".

Aquitania, una región costera en el suroeste de Francia, es conocida por sus dunas de arena, los vinos de Burdeos, así como por el delicioso pescado del Atlántico y otros mariscos locales.

Esta tienda familiar de Arcachón vende todo tipo de pescados, moluscos y crustáceos crudos y cocidos.

Y a la hora de comprar su pescado, muchos de los clientes prefieren que le quiten la piel.

"Es algo que se va a la basura, no hacemos nada con eso", reconoce Maïder Taudin, vendedora del local.

Pero los desperdicios de unos pueden ser útiles para otros.

Hace unos años, la empresaria local Marielle Philip encontró una manera de convertir pieles de pescado en cuero curtido, recreando un antiguo método nórdico que aprendió de su madre.

“En Aquitania, hay una gran costa, está la cuenca de Arcachón", explica Philip. "Hay mucho pescado comestible. También hay cría, especialmente piscicultura de truchas. Entonces, ¿por qué no recuperar los residuos de este sector, las pieles, y transformarlas en cuero?”.

Marielle estableció un taller en el que usa la piel que le proporcionan vendedores locales.

Philip enumera los pasos del largo proceso: "Es bastante largo. Pasan unas dos semanas desde que tenemos la piel en carne viva hasta que tenemos la piel coloreada y acabada. Pasará por una sucesión de baños; un baño de curtido, luego baños de color y después las pieles serán trabajadas mecánicamente, es decir aplanadas y estiradas, para poder darles flexibilidad y luego cierta finura". Philip se congratula de "usar plantas trituradas" en lugar de productos químicos.

Para la artesana "es lo mismo que el cuero clásico. La única diferencia es que en este tenemos un patrón, tenemos un patrón de escamas. De la misma manera que el de cocodrilo tiene escamas, o el de la serpiente, así que está en el rango de los cueros exóticos".

Cuero local que se incorpora a la moda local

Este método innovador de suprareciclaje de residuos encontró el apoyo del Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura, dando lugar a un negocio exitoso. Marielle vende su "cuero marino" en línea y lo suministra a pequeños fabricantes locales.

Al igual que otros tipos de cuero exótico, la piel de pescado curtida puede embellecer una amplia variedad de prendas, accesorios y calzado de moda.

Karine Coutière, artesana del cuero, asegura que se tien múltiples utilidades: “Zapatos de bebé, zapatos de mujer, desde un pequeño tarjetero hasta una maleta grande, un bolso de mano, un bolsito, una pulsera, un llavero y mucho más. La piel de pescado", añade, "tiene ese lado precioso y original, siendo muy respetuosa con el medio ambiente. Estoy orgullosa de trabajar con esta materia prima, ¡muy orgullosa!”

Rompiendo el estereotipo de "negocios de hombres"

​​Las historias de éxito de las mujeres tienden a destacar en un sector pesquero dominado por hombres. En Europa, apenas un 4 % de los trabajadores de los barcos de pesca, y menos de la cuarta parte de los trabajadores de la acuicultura, son mujeres.

Pero en la isla griega de Cefalonia una empresa de acuicultura dirigida por mujeres fue contracorriente. Dirigida por Lara Barazi desde finales de la década de 1990, Kefalonia Fisheries ha multiplicado por 30 su producción, manteniendo su sostenibilidad ambiental. La empresa cría lubinas y doradas en jaulas flotantes para clientes de todo el mundo.

"La mayoría de nuestro equipo directivo son mujeres: tenemos algunas mujeres fantásticas en I+D, en ventas, en control de calidad, en el departamento de recursos humanos; básicamente, creo que todas somos mujeres, excepto en dos departamentos", relata Barazi.

Si bien los trabajadores masculinos tienden a hacer más trabajo físico, como alimentar a los peces o bucear para inspeccionar las redes, las mujeres desempeñan funciones administrativas y de gestión clave. La compañía lo ha acogido con agrado, facilitando el equilibrio entre el trabajo y las obligaciones familiares.

“Somos muy flexibles en términos de licencia de maternidad y trabajo remoto. Si alguien me dice, “tengo que irme más temprano porque tengo que recoger a mi hijo y luego trabajaré tal vez un poco más tarde o el fin de semana, por mi está bien”, cuenta Barazi.

Los trabajos más duros cada vez encuentran más candidatas femeninas

El trabajo en el mar puede ser físicamente duro, especialmente en los meses más fríos, pero eso no detuvo a Katerina Katsika: ha estado trabajando en las jaulas durante 30 años y ahora está a cargo de la salud de los peces. Cada año, su equipo, en su mayoría mujeres jóvenes, vacuna a un millón de peces pequeños para protegerlos de enfermedades.

"En invierno hace mucho frío y el mar está picado, pero creo que las mujeres que eligen este tipo de trabajo lo disfrutan", dice Katsika. "Es bueno trabajar tan cerca de la naturaleza, cuando amas el mar. Yo creo que les gusta".

La investigación continua es una parte importante de un negocio de acuicultura: la producción depende del criadero, que es a la vez un laboratorio y una granja.

Evi Abatzidou administra el criadero en Kefalonia Fisheries. Con sus colegas, supervisa la selección de reproductores y controla el crecimiento de los peces jóvenes, desde pequeños huevos hasta larvas y juveniles.

Los peces permanecen en el criadero hasta que son lo suficientemente grandes como para trasladarlos a las jaulas en el mar.

“Seleccionamos los mejores peces, los peces de rápido crecimiento y mejor forma. Y los usamos para ser los padres de la próxima generación. Los procedimientos del criadero son muy científicos, deben ser muy precisos y el trabajo debe ser muy cuidadoso. Las mujeres son muy buenas en esto”, asegura Abatziou.

Por último, pero no menos importante, las mujeres de esta empresa aseguran el control de calidad del pescado cosechado y, por lo general para el sector pesquero, se encargan del procesamiento y envasado del producto final.

Mostrar a la siguiente generación de mujeres las oportunidades del mar

Una mayor feminización en todos los niveles empresariales es vista por la industria como un ejemplo a seguir.

La Organización Helénica de Productores de Acuicultura (HAPO), que representa el 80% de la acuicultura griega, ejecuta proyectos de divulgación para mujeres jóvenes. El objetivo es desmontar conceptos erróneos y familiarizar a más niñas con oportunidades profesionales en este sector.

“Estamos tratando de introducir en las escuelas conocimientos sobre acuicultura", explica Ismini Bogdanou, directora de comunicación de HAPO." Hacemos seminarios, escribimos artículos sobre las mujeres en la acuicultura y presentamos a las mujeres los diferentes caminos, carreras que podrían tomar si quisieran unirse a este sector. No se trata solo de empaquetar y estar en el agua todo el día, sino que pueden ser ingenieros, investigadores, científicos, especialistas en alimentos e incluso pueden ser capitanes si lo desean”.

Lograr la igualdad de género requerirá tiempo y esfuerzo, pero a medida que evoluciona, la pesca se está alejando del estereotipo cada vez más obsoleto de ser un "trabajo de hombres".

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