A medida que Europa se enfrenta a fenómenos meteorológicos más severos, los expertos estudian las condiciones únicas que subyacen a estas tormentas destructivas.
Una nueva investigación ha revelado cómo el cambio climático está intensificando las supercélulas de tormentas eléctricas en Europa. El estudio, publicado en Science Advances, advierte de que la región alpina y partes de Europa Central y Oriental pueden esperar un aumento significativo de la actividad tormentosa.
Si las temperaturas mundiales aumentan 3°C por encima de los niveles preindustriales, la frecuencia de las tormentas en la parte norte de los Alpes podría aumentar hasta un 50%.
Estas poderosas tormentas se cuentan ya entre los fenómenos meteorológicos más dañinos de Europa, lo que ha provocado un aumento de las reclamaciones de siniestros a las aseguradoras en los últimos años. Según los investigadores, para estar preparados es fundamental comprender las condiciones en que se forman y cómo las está cambiando el calentamiento del planeta.
¿Qué es una supercélula?
A diferencia de las tormentas típicas, las supercélulas tienen en su interior una profunda columna de aire en rotación conocida como mesociclón. Esta corriente ascendente giratoria es lo que les confiere su fuerza y resistencia únicas. Mientras que la mayoría de las tormentas se extinguen rápidamente, las supercélulas pueden durar horas y extenderse por grandes áreas.
Se forman en condiciones en las que hay aire cálido y húmedo cerca del suelo, aire más frío más arriba y viento que cambia de dirección con la altura. Estos elementos hacen que la atmósfera se vuelva inestable y empiece a girar, preparando el terreno para el desarrollo de una supercélula.
Las supercélulas, que suelen producirse en verano, traen consigo fuertes vientos, granizo de gran tamaño y lluvias torrenciales. A pesar de ser relativamente raras en Europa, estas tormentas representan una proporción significativa de los peligros relacionados con las tormentas eléctricas y de las pérdidas económicas.
Aumento del riesgo de daños por tormentas supercelulares
Las tormentas convectivas severas, incluidas las supercélulas, las tormentas de viento de larga duración y los grandes eventos de granizo, han dado lugar a un aumento de las reclamaciones de siniestros de seguros en los últimos años. En 2023, las tormentas convectivas severas fueron el tipo de peligro natural más costoso del mundo, alcanzando unas pérdidas aseguradas totales de casi 55.000 millones de euros.
Aunque son relativamente raras en Europa, ya que solo representan una pequeña proporción de las tormentas del continente, pueden provocar graves daños localizados. En junio, una supercélula golpeó L'Hôpital-le-Grand, en el departamento francés del Loira, y produjo granizo de hasta 6 cm de diámetro, que dañó propiedades y vehículos.
En agosto de la semana pasada, otra potente supercélula causó daños generalizados en Rímini y Rávena. El granizo, la lluvia y los vientos de casi 100 km/h arrancaron árboles, dañaron vehículos y destruyeron cultivos. Los trenes se vieron interrumpidos al caer un árbol en la línea Rimini Ravenna.
¿Cómo siguen los científicos las supercélulas de tormentas eléctricas en Europa?
El seguimiento de las supercélulas en Europa ha sido históricamente difícil debido a las incoherencias de los sistemas nacionales de radar meteorológico. La autora correspondiente, Monika Feldmann, del Laboratorio Mobiliar de Riesgos Naturales y del Centro Oeschger de Investigación del Cambio Climático de la Universidad de Berna, afirma que esto dificulta la detección transfronteriza de tormentas.
Para solucionarlo, investigadores del Laboratorio Mobiliar de Riesgos Naturales de la Universidad de Berna y del Centro Oeschger de Investigación del Cambio Climático, en colaboración con la ETH de Zúrich, desarrollaron un modelo de simulación de alta resolución.
Este modelo utiliza técnicas de cartografía digital para simular células de tormentas a escala muy fina, ofreciendo una imagen mucho más detallada del desarrollo de las tormentas de lo que era posible hasta ahora.
Los Alpes son un "punto caliente" de tormentas eléctricas
La nueva modelización ha identificado los Alpes como un punto caliente de supercélulas de tormentas eléctricas. La región registra unas 38 tormentas de este tipo por temporada en la vertiente norte de la cordillera y 61 en la vertiente sur.
Con un calentamiento de 3°C, el estudio prevé un aumento de hasta el 50% de las supercélulas en esta región montañosa, lo que aumentaría los riesgos para países como Suiza, Austria, el norte de Italia y el sur de Alemania. Por el contrario, la Península Ibérica y el suroeste de Francia podrían experimentar una disminución.
En conjunto, los investigadores estiman un aumento del 11% de las tormentas supercelulares en toda Europa. "Estas diferencias regionales ilustran los diversos efectos del cambio climático en Europa", añade Feldmann.
El estudio subraya la urgente necesidad de que los países europeos se preparen para un futuro con fenómenos meteorológicos graves más frecuentes e intensos. Las infraestructuras, la agricultura, los servicios de emergencia y los sistemas de seguros tendrán que adaptarse. Según Feldmann, la clave para estar mejor preparados es comprender las condiciones que generan estas supercélulas.