Los científicos reclaman medidas adicionales para regular la navegación por el curso más largo de Asia y China, el cual discurre desde la meseta tibetana hasta la costa pacífica, prácticamente dividiendo este último país en dos.
Una docena de elegantes marsopas sin aleta grises del Yangtsé se deslizan por el interior de un gran estanque del Instituto de Hidrobiología de Wuhan. Forman parte de un proyecto de científicos para encontrar formas de proteger y criar a estos raros mamíferos en el río más largo de China, el Yangtsé, también conocido como el río Azul.
Este río es una de las vías navegables interiores más transitadas del mundo, con 16 puertos importantes, y la marsopa sin aleta se ha convertido en un barómetro de la salud del río. La población de este mamífero se ha desplomado en las últimas décadas, y los científicos temen que otras especies sigan su ejemplo.
El río más largo de China sufre las consecuencias del aumento del tráfico marítimo
El volumen de transporte de mercancías por el río Yangtsé superará los 4.000 millones de toneladas métricas en 2024, según los medios de comunicación estatales. El tráfico está dañando el ecosistema de la vía fluvial, como demuestra el acusado descenso del número de marsopas sin aleta que viven en ella.
Según los investigadores, la población de esta especie en peligro crítico de extinción se redujo de más de 2.500 ejemplares en la década de 1990 a solo 1.012 en 2017 debido a la contaminación, el tráfico de embarcaciones y la pesca ilegal, que agotaron las reservas de alimentos.
El cambio alarmó a la comunidad científica, incluido el veterano investigador Wang Ding. En 2006 dirigió un equipo internacional en busca de los delfines Baiji, otra especie en vías de extinción. A pesar de nueve días de búsqueda, no se encontró ni un solo delfín y el Baiji fue declarado funcionalmente extinto. El último delfín cautivo cuelga en un museo junto con otras especies acuáticas raras.
La marsopa sin aleta es un barómetro de la salud del río
"Temíamos que si [la marsopa sin aleta] no podía sobrevivir en el Yangtsé, las demás especies, como fichas de dominó, desaparecerían una a una del río", dice Wang. Se han puesto en marcha iniciativas de conservación. En 2021 se promulgó la Ley de Protección del río Yangtsé, que prohíbe la pesca durante 10 años, reubica fábricas y prohíbe el vertido de aguas residuales y productos químicos al río.
En la actualidad, la población de marsopas sin aleta del Yangtsé asciende a unos 1.300 ejemplares. Para proteger al esturión chino, también una especie en peligro crítico, los científicos empezaron a criar y liberar artificialmente miles de ejemplares en el Yangtsé con la esperanza de restaurar la población salvaje. Los científicos han pedido medidas adicionales para regular la navegación en la vía fluvial y una prórroga de la prohibición de pesca de 10 años.