El primer ministro británico, Keir Starmer, dijo este lunes que se crearía un "ejército permanente" de policías especializados y que se reforzaría el sistema judicial para hacer frente a los disturbios que han sacudido varias ciudades por todo el país en la última semana.
Starmer convocó una reunión urgente a raíz del caos desatado recientemente en Reino Unido, que atribuyó a activistas de extrema derecha y a la desinformación en redes sociales, que avivó la ira por un ataque con cuchillos en una clase de baile que dejó tres niñas muertas y muchas más personas heridas. Los rumores falsos que se difundieron online de que el sospechoso era un musulmán y solicitante de asilo llevaron a ataques contra inmigrantes y musulmanes.
"Cualquiera que sea la motivación aparente, esto no es una protesta. Es pura violencia y no toleraremos ataques a mezquitas o a nuestras comunidades musulmanas", dijo Starmer. "Se aplicará todo el peso de la ley a todos aquellos que sean identificados como participantes en estas actividades".
El domingo, multitudes furiosas atacaron dos hoteles utilizados para albergar a solicitantes de asilo, rompiendo ventanas y provocando incendios antes de que la Policía dispersara a la multitud y los residentes fueran evacuados. En los últimos seis días, decenas de agentes de Policía han sido hospitalizados por heridas tras ser golpeados con ladrillos, botellas y grandes postes de madera. Oliver Coppard, alcalde de South Yorkshire, donde fue atacado uno de los hoteles, atribuyó la violencia a "matones de extrema derecha".
"Como dijo Keir, como ha dicho toda persona decente, creo que se trata de matones de extrema derecha que atacaron a algunas de las personas más vulnerables de nuestras comunidades y no hay absolutamente ninguna excusa", dijo Coppard a la 'BBC'. "Nunca puede haber ninguna excusa para intentar quemar hasta la muerte a 200 de las personas más vulnerables de nuestra comunidad".
Las redes sociales, caldo de cultivo de la violencia extremista
Un portavoz de Starmer dijo que no se ha solicitado la intervención del Ejército. El Ministerio del Interior, responsable de la ley y el orden, ha ofrecido a las mezquitas una mayor protección en virtud de un nuevo "proceso de respuesta rápida" diseñado para abordar rápidamente la amenaza de nuevos ataques a los lugares de culto.
El portavoz de Starmer dijo después de la reunión que las plataformas de redes sociales no han hecho lo suficiente para evitar la propagación de información errónea que ha alimentado la violencia de extrema derecha, y prometió que cualquiera que fomente el desorden, online o en las calles, podría enfrentarse a prisión. Parte de esa información falsa y engañosa provendría de Estados extranjeros.
"La desinformación que hemos visto en línea atrae la amplificación de la actividad conocida de 'bots', que, como digo, puede vincularse a actividades respaldadas por Estados", dijo el portavoz, según declaraciones citadas en un comunicado sobre la reunión.