Desde la inesperada asignación a Austria a la megacartera de España. La próxima Comisión de Ursula von der Leyen da que hablar en Bruselas.
PUBLICIDADTras varios retrasos, múltiples filtraciones, una disputa política en Eslovenia y una dramática dimisión de última hora, Ursula von der Leyen ha presentado a su nuevo equipo de comisarios europeos para los próximos cinco años.
Los 26 candidatos aún tienen que someterse a las audiencias de confirmación en el Parlamento Europeo y algunos podrían sucumbir durante el interrogatorio debido a sus polémicas pasadas, su falta de competencia o simplemente a viejas represalias partidistas.
No obstante, la estructura propuesta por Von der Leyen ofrece una visión única de cómo quiere remodelar el Ejecutivo para hacer frente a los abrumadores retos a los que se enfrenta la Unión Europea (UE): desde la guerra de Rusia contra Ucrania y la competencia desleal de China, hasta el estancamiento del crecimiento económico, el rápido envejecimiento de la población, el aumento del número de solicitantes de asilo y los estragos provocados por el cambio climático.
Austria se queda con Migración
Austria, el país al que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha condenado por ampliar ilegalmente los controles fronterizos, que ha pedido que los fondos de la UE se inviertan en la construcción de vallas y que ha bloqueado la plena integración de Rumanía y Bulgaria en el espacio Schengen, ha recibido la cartera de Asuntos de Interior y Migración.
Por si esto no fuera suficientemente raro, el hecho de que Magnus Brunner tenga una formación estrictamente financiera, hace que la asignación sea aún más rocambolesca.
Pero también es un signo de los tiempos que corren. El debate sobre la inmigración irregular se ha desplazado con fuerza hacia la derecha, como demuestran los últimos acontecimientos en Alemania; por lo que dar la delicada cartera a un miembro del Partido Popular Europeo (PPE) pone a la Comisión en mayor sintonía con el Parlamento y, lo que es más importante, con el Consejo.
La medida subraya la intención de Von der Leyen de explorar "nuevas vías para contrarrestar la inmigración irregular", como escribió en sus directrices políticas. Este eufemismo (también llamado "soluciones innovadoras") se asocia a los controvertidos planes de externalizar los procedimientos de asilo a países no pertenecientes a la UE, un planteamiento que, casualmente, apoya Austria.
Hablando bajo condición de anonimato, un alto funcionario de la Comisión predijo que Brunner tendría una audiencia parlamentaria "dura", pero dijo que podría ser "útil" aportar la perspectiva de un político de un país que ha tenido problemas con Schengen.
Un regalo a medias para Meloni
Una de las principales preguntas en torno al nuevo equipo de Von der Leyen ha sido: ¿Cuánto dará a Italia?
La oposición de la primera ministra Giorgia Meloni a la reelección de la presidenta alimentó el misterio: primero, se abstuvo cuando los líderes de la UE se repartieron los altos cargos y, después, dio instrucciones a los eurodiputados de su partido Hermanos de Italia para que votaran en su contra en el Parlamento.
El antagonismo hizo añicos la fachada de Meloni como estadista pragmática, y puso de manifiesto el euroescepticismo duradero que había impulsado su ascenso al poder. También resultó perjudicial para sus esfuerzos por conseguir una vicepresidencia económica para Italia.
Al final, el candidato italiano, Raffaele Fitto, se ha convertido en uno de sus seis vicepresidentes ejecutivos, tal y como deseaba Meloni. Pero el ascenso se vio mermado a mitad de camino: Fitto se encargará de Cohesión y Reformas, una función que conlleva en gran medida responsabilidades administrativas, y le aparta de los delicados debates sobre normas fiscales y competencia.
El nombramiento de Fitto representa la primera vez que un político de la derecha dura ocupará un puesto de tan alto nivel en la Comisión. "Italia es un país muy importante y uno de nuestros miembros fundadores, y esto debe reflejarse también en la elección", dijo Von der Leyen, argumentando que el Parlamento ya tiene dos vicepresidentes del grupo de extrema derecha de Fitto.
Híbridos extraños
Von der Leyen sabía muy bien que necesitaba racionalizar la jerarquía dentro de su Comisión, que, en algunos casos, había sufrido solapamientos y redundancias. Para ello, cambió los títulos de las carteras, modificó las asignaciones y suprimió un nivel de poder, eligiendo seis vicepresidentes ejecutivos para supervisar a 20 Comisarios.
"Hemos disipado las antiguas estructuras rígidas", dijo a la prensa. Pero cuando empezó a detallar la estructura de su próximo equipo, inevitablemente se levantaron cejas. Algunas carteras parecían híbridos forzados de temas totalmente inconexos, lo que planteaba serias dudas sobre cómo funcionaría en la práctica.
PUBLICIDADEjemplo 1: A la belga Hadja Lahbib se le ha encomendado la Preparación y Gestión de Crisis -que implica supervisar miles de millones en ayuda de emergencia para hacer frente a catástrofes naturales y asistir a regiones devastadas por la guerra-, pero también la de Igualdad, que abarca los derechos de la mujer, LGTBIQ+, prevención de la violencia de género y lucha contra el racismo.
Ejemplo 2: La croata Dubravka Šuica se ha hecho con la nueva cartera de Mediterráneo, centrada en el desarrollo de asociaciones globales con los países vecinos para impulsar los lazos económicos y frenar la inmigración irregular, al tiempo que mantiene su actual cartera de Demografía, centrada en el declive demográfico de la UE.
Ejemplo 3: Wopke Hoekstra, de Países Bajos, tendrá que hacer malabarismos con la cartera de Acción Climática -que incluye la participación en las cumbres de la ONU y la aplicación del Pacto Verde- y la de Fiscalidad - que abarca la lucha contra el fraude fiscal y la reforma del impuesto de sociedades-.
Mujeres en la cumbre
La búsqueda del equilibrio de género ha definido la presidencia de Von der Leyen desde 2019, cuando pidió a los Estados miembros que propusieran a dos candidatos, un hombre y una mujer, para garantizar la igualdad. Este año hizo la misma petición, pero fue rotundamente rechazada.
PUBLICIDADAnte un Ejecutivo dominado por hombres, Von der Leyen emprendió una campaña entre bastidores para hacer cambiar de opinión a algunas capitales y garantizar una mayor representación femenina. La presión funcionó con Rumanía, que prescindió de Victor Negrescu y propuso a Roxana Mînzatu, y con Eslovenia, que cambió a Tomaž Vesel por Marta Kos (provocando un lío interno por el camino). Mientras tanto, Bulgaria fue el único país que cumplió la exigencia de la presidenta y propuso dos nombres.
Todo esto ha tenido su recompensa. Mînzatu, una cara desconocida en Bruselas, ha sido elevada a vicepresidenta ejecutiva de Personas, Capacidades y Preparación. Kos, cuyo nombramiento aún no es definitivo, ha recibido la codiciada cartera de Ampliación, que está llamada a ser de gran trascendencia. La búlgara Ekaterina Zaharieva se encargará de Startups, Investigación e Innovación, gestionando el multimillonario programa Horizon Europe.
Además, Finlandia, uno de los pocos países que propuso a una mujer desde el principio, ha conseguido una vicepresidencia ejecutiva para Henna Virkkunen, eurodiputada en ejercicio. Se ocupará de Soberanía Tecnológica, Seguridad y Democracia.
En total, cuatro mujeres y dos hombres ocuparán las seis vicepresidencias ejecutivas -las mujeres representan el 40% del Colegio de Comisarios-, una clara prueba de lo importante que es para Von der Leyen el equilibrio de género.
PUBLICIDADEspaña se hace con la megacartera
Si hablamos de mujeres poderosas, Teresa Ribera merece un apartado propio. Desde el principio, a la española se le auguró un buen puesto en el equipo de Von der Leyen. Su experiencia ejecutiva en el Gobierno de izquierdas de Pedro Sánchez y su bagaje internacional en la lucha contra el cambio climático la convertían en favorita indiscutible para hacerse con el liderazgo del Pacto Verde Europeo.
Ahora tiene eso... y mucho más: Ribera será la vicepresidenta ejecutiva para una Transición Limpia, Justa y Competitiva, un mandato horizontal que abarcará el objetivo de reducir un 90% las emisiones del bloque para 2040, el diseño de un Acuerdo Industrial Limpio, la promoción de la economía circular y la lucha contra la pobreza energética, entre otros.
Anticipándose a una reacción de la derecha, la presidenta asignó Clima, Emisiones Netas Cero y Crecimiento Limpio a Wopke Hoekstra, un conservador holandés, que trabajará bajo la supervisión de Ribera. "Una buena coordinación y cooperación es primordial", señaló Von der Leyen.
Además, Ribera se encargará de la Política de Competencia, sucediendo a Margrethe Vestager. Este es uno de los grandes premios de Bruselas porque los Tratados otorgan a la Comisión la competencia exclusiva para decidir sobre fusiones, ayudas estatales y defensa de la competencia.
PUBLICIDADCómo adaptar las normas de competencia de la UE al nuevo panorama económico configurado por la rivalidad entre EE.UU. y China, y la revolución de la inteligencia artificial (IA), será una de las tareas más apremiantes de Ribera. Esto significa que la española estará sometida al intenso escrutinio de Berlín y París, que presionan a Bruselas para que afloje la cuerda y permita la aparición de campeones europeos. Pero los Estados miembros medianos y pequeños no lo ven con buenos ojos. La lucha política sin cuartel está asegurada.
Los progresistas respiran aliviados
El equilibrio entre hombres y mujeres fue uno de los principales criterios de Von der Leyen a la hora de formar su nuevo Colegio, pero no el único. La afiliación partidista fue un factor esencial a la hora de asignar funciones, y la estructura propuesta refleja el regateo entre derecha, centro e izquierda.
El PPE, el mayor grupo del Parlamento, obtiene la presidencia (Von der Leyen) y una vicepresidencia ejecutiva (Virkunnen). Los Socialistas y Demócratas (S&D) reciben dos vicepresidencias ejecutivas para Ribera y Mînzatu, mientras que los liberales de Renovar Europe se hacen con otras dos: Kaja Kallas, como Alta Representante para Asuntos Exteriores, y Stéphane Séjourné, con Prosperidad y Estrategia Industrial.
Para los socialistas, la división es un alivio. Las filtraciones previas sugerían que no les iría muy bien, lo que llevó a la dirección a lanzar una advertencia mordaz para que no se quedaran al margen. Entre los liberales, que cayeron dolorosamente del tercer al quinto grupo más numeroso tras las elecciones de junio, pesaban preocupaciones similares.
PUBLICIDADPero, como muestra la estructura de la Comisión, Von der Leyen está decidida a mantener la coalición de tres partidos que resultó decisiva para su reelección, en un intento de garantizar la previsibilidad de su segundo mandato. La generosidad está a flor de piel: Mînzatu se encargará de Empleo, Inclusión y Asuntos Sociales, una necesidad para los socialistas, mientras que Séjourné capitaneará el Mercado Único, un bien preciado para los liberales.
El único 'outsider' en la cúpula será Raffaele Fitto, procedente de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), el grupo de extrema derecha que ha establecido alianzas ocasionales con el PPE, para consternación de los progresistas.
Dos veteranos renovados
El letón Valdis Dombrovskis y el eslovaco Maroš Šefčovič son veteranos en Bruselas, ya que han trabajado en varias carteras para varios presidentes. Ambos son considerados colegas fiables, flexibles y leales.
Para su segundo mandato, Von der Leyen ha optado por volver a contar con ellos, pero con una notable renovación. Ambos han sido degradados de vicepresidentes ejecutivos a comisarios, y conservan parte de sus antiguos poderes, al tiempo que adquieren otros nuevos.
PUBLICIDADEn el caso de Dombrovskis, se le encomienda Economía y Productividad, que ya entraba dentro de sus competencias, y se inaugura en Aplicación y Simplificación, la reducción de trámites burocráticos que Von der Leyen ha prometido a las empresas de la UE. De hecho, esta segunda tarea dependerá directamente de la presidenta, en lugar de del/la vicepresidente/a que esté por encima de él.
Por su parte, Šefčovič mantiene Relaciones Interinstitucionales y Transparencia y, en un giro inesperado, se convierte en comisario de Comercio y Seguridad Económica, un título que demuestra lo estrechamente interrelacionados que se han vuelto el comercio y la geopolítica en el siglo XXI. Como tal, Šefčovič deberá, por un lado, firmar acuerdos de libre comercio con países de confianza y, por otro, plantar cara a las prácticas desleales de China.
Casualmente, la cartera de Comercio había estado hasta ahora en manos de Dombrovskis.
Orbán, arrojado a los lobos
La relación entre Von der Leyen y Viktor Orbán está en su punto más bajo. La polémica visita del primer ministro a Moscú en julio desató un boicot contra la presidencia húngara del Consejo de la UE y provocó una dura reprimenda por parte de la jefa de la Comisión, que denunció su reunión con Vladimir Putin como una "simple misión de apaciguamiento".
PUBLICIDADAl mismo tiempo, Hungría se niega a pagar una multa de 200 millones de euros impuesta por el TJUE, y amenaza con trasladar en autobús a los solicitantes de asilo a Bélgica, un intento sin precedentes de instrumentalizar la migración contra otro Estado miembro. Budapest también está reteniendo 6.500 millones de euros en ayuda militar a Ucrania y está a punto de hacer descarrilar un préstamo conjunto de la UE y EE.UU. para el país devastado por la guerra.
Es probable que todo esto se le pasara por la cabeza a Von der Leyen mientras daba los últimos retoques a su próximo Ejecutivo.
El resultado del cálculo fue dar a Oliver Várhelyi, el nominado de Orbán, una de las carteras con menos consecuencias en juego: Sanidad y Bienestar Animal. Sin duda, se trata de una asignación sorpresa para Várhelyi, que actualmente se encarga de la política de Vecindad y Ampliación, un cargo importante que ha ido creciendo en importancia con el tiempo.
Pero las provocaciones de Orbán mermaron las posibilidades de Budapest de mantener su relevancia en el próximo mandato. Mantener la ampliación en manos húngaras era imposible, dada la reticencia de Orbán a respaldar las aspiraciones de Ucrania a la UE.
PUBLICIDADAdemás, la larga serie de polémicas de Várhelyi le convierten en el candidato con mayor riesgo de ser rechazado por el Parlamento.
Otro país que se quedó con las migajas fue Malta, que presionó para hacerse con la novedosa cartera para el Mediterráneo, pero acabó con la de Equidad Intergeneracional, Juventud, Cultura y Deporte.
¿La razón? El nombramiento de Glenn Micallef. El cargo más alto que ha ocupado este hombre de 35 años es el de jefe de gabinete del primer ministro Robert Abela, muy lejos de la "competencia ejecutiva" exigida por Von der Leyen.