François Bayrou sigue siendo el primer ministro francés tras superar una moción de censura y garantizar la aprobación del polémico plan presupuestario para 2025.
El primer ministro francés, François Bayrou, ha superado este miércoles su segunda moción de confianza en menos de un mes. La votación se produjo después de que el lunes el recién nombrado jefe de Gobierno utilizara una controvertida herramienta constitucional conocida como artículo 49.3 para hacer aprobar en el Parlamento, sin el voto de los diputados, el plan presupuestario del país para 2025, pendiente desde hace tiempo. 48 horas después, su Gobierno se exponía a una moción de censura apoyada por el partido de extrema izquierda La Francia Insumisa (LFI), los Verdes y los Comunistas (todos ellos de la coalición de izquierdas NFP).
Superar la votación significa que el plan presupuestario queda automáticamente aprobado. El polémico proyecto de ley pretendía recortar 30.000 millones de euros y aumentar los impuestos en 20.000 millones para limitar el déficit de Francia al 5,4% del PIB este año. Se necesitaban 288 votos para derrocar al Gobierno de Bayrou y tumbar el presupuesto. Los socialistas (que también forman parte de la coalición de izquierdas) y la extrema derecha decidieron no apoyar esta vez la moción.
Este miércoles se deabaten dos mociobes de confianza, una presentada por LFI, esta vez sobre el proyecto de presupuesto de la Seguridad Social. La moción ha creado una importante división en el seno de la izquierda, ya que el partido La Francia Insumisa acusa a los socialistas de traicionar a la izquierda. Los socialistas afirman oponerse al proyecto de ley de Bayrou, pero se han negado a votar en contra de su Gobierno para permitir que Francia tenga presupuesto. Sin embargo, para demostrar su oposición al Gobierno, el partido de centro-izquierda tiene previsto presentar una moción de confianza espontánea tras la votación del presupuesto.
Michel Barnier, predecesor de Bayrou, fue destituido el pasado diciembre tras la unión de toda la coalición de izquierdas y la extrema derecha. Pero aunque esto da un respiro al Gobierno minoritario de Bayrou, los próximos meses serán probablemente turbulentos. Francia se encuentra en un estado de parálisis política después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, decidiera disolver la Cámara Baja del Parlamento tras la derrota de su partido en las elecciones europeas de junio de 2024. Las legislativas anticipadas celebradas en verano se saldaron con un Parlamento dividido en tres bloques sin mayoría absoluta. Constitucionalmente, Macron no puede convocar elecciones anticipadas antes del próximo verano.