A pesar del llamamiento de Trump para que los miembros de la OTAN destinen una mayor parte de su presupuesto a Defensa, la viabilidad de nuevos aumentos en la UE sigue siendo incierta.
Con la invasión rusa de Ucrania en 2022 y la desestabilización de la alianza atlántica por Donald Trump, la UE se ha visto obligada a reevaluar su enfoque de la Defensa y el gasto militar. Estados Unidos es el miembro de la OTAN que más gasta, con unos 895.600 millones de euros en su presupuesto de Defensa para 2024.
En el último año, el gasto europeo en Defensa aumentó un 11,7% en términos reales hasta situarse en torno a los 423.300 millones de euros (457.000 millones de dólares), lo que supone el décimo año consecutivo de crecimiento. Entre 2014 y 2024, el gasto regional en Europa fue en conjunto más de un 50% superior.
Alemania tiene el cuarto mayor presupuesto de Defensa del mundo, que experimentó un aumento del 23,2% en términos reales entre 2023 y 2024. Más recientemente, el país aprobó un proyecto de ley que permitirá un gran aumento del gasto militar. Polonia se ha convertido en el decimoquinto país que más gasta en Defensa, frente al vigésimo puesto que ocupaba en 2022.
El gasto en Defensa de los 23 países de la UE miembros de la OTAN ascendió a casi el 2% de su PIB combinado en 2024 y se prevé que alcance el 2,04% en 2025. La reelección de Trump está intensificando la presión sobre los miembros europeos de la OTAN para que aumenten su gasto en Defensa. El presidente estadounidense quiere que todas las naciones de la OTAN aumenten el gasto en Defensa al 5% de su PIB.
Esta idea fue respaldada por la jefa de Asuntos Exteriores de la UE, Kaja Kallas, en enero. El presidente francés, Emmanuel Macron, también ha declarado que su objetivo es aumentar el gasto en Defensa hasta el 3,5% del PIB del país, un aumento que requeriría 30.000 millones de euros anuales adicionales.
Si los miembros europeos de la OTAN mantuvieran la tasa de crecimiento de 2024, el gasto en Defensa alcanzaría una media del 3% del PIB en cinco años y del 5% en diez. Sin embargo, mantener la elevada tasa de crecimiento de 2024 resulta probablemente inviable para la mayoría de los países. Por ejemplo, España se ha negado a ceder a la petición de Trump.
El Gobierno español pretende aumentar el gasto militar hasta el 2% en 2029, más del doble de los 17.523 millones de euros invertidos en Defensa en 2024, con el objetivo de alcanzar los 36.560 millones de euros en cinco años. "Para aumentar las capacidades de Defensa a un coste aceptable, Europa debe poner en común las adquisiciones", dijo Jeromin Zettelmeyer, director de Bruegel.