La clausura de esta empresa al sur de Pamplona, que engloba a marcas como Bosch, Siemens o Balay, afectaría a 650 trabajadores. Estrella Galán (La Izquierda) y Oihane Agirregoitia (Renovar Europa) piden al Parlamento que actúe contra las deslocalizaciones.
El grupo alemán BSH Domestic Appliances, propietario de las marcas Siemens, Balay o Bosch, ha anunciado el próximo cierre de una fábrica en Esquíroz, Navarra, al sur de la capital iruñesa. Alrededor de 650 puestos de trabajo están en riesgo para la región, ya que la producción podría trasladarse a Polonia o Turquía.
"La situación es muy preocupante. Era una empresa que había demostrado ser sostenible, que tenía un producto que daba servicio al resto de Europa y también a España, porque el 80% de los productos que salían de esta empresa se comercializaban luego allí", lamenta Estrella Galán, eurodiputada española del grupo La Izquierda y líder de Movimiento Sumar en el Europarlamento.
El caso de BSH no es una excepción en el resto de Europa, ya que también están en marcha procesos de deslocalización en Audi, Volkswagen y ArcelorMittal. Otras eurodiputadas reclaman al Parlamento que actúe y apoye la reindustrialización de Europa en un momento en que las incertidumbres geopolíticas minan a las empresas. "Tenemos inestabilidad política, altos precios de la energía, incertidumbre económica, la guerra arancelaria de Donald Trump... Y, en este caso, tenemos una falta de autonomía estratégica. Estas empresas buscan costes laborales más bajos, buscan acceso a materias primas", explica a 'Euronews' Oihane Agirregoitia, del grupo Renovar Europa y única representante europea del Partido Nacionalista Vasco en Bruselas.
La eurodiputada vasca también pide simplificar el marco reglamentario y fiscal para apoyar la producción, la innovación y la competitividad en Europa, mientras que Galán reclama que se actualice la directiva europea sobre despidos colectivos, que tiene 25 años, para adaptarla a las "nuevas realidades" del mercado laboral. "No podemos competir entre Estados de la UE en función de los niveles salariales que existen en uno u otro", declara esta última.
"Por lo tanto, es necesario reformar esta directiva sobre despidos colectivos y evitar que el 'dumping' sea una amenaza para todos los trabajadores de la Unión Europea", añade. Entre 2018 y 2020, el 72% de las empresas francesas que se deslocalizaron lo hicieron en Europa, según el Instituto Nacional de Estadística y de Estudios Económicos de Francia.