Ursula von der Leyen supera la moción en el Parlamento Europeo, pero el análisis del voto revela fracturas dentro de la mayoría proeuropea. La falta de apoyos plenos de socialistas, verdes y liberales anticipa un mandato lleno de tensiones y compromisos forzados.
Un total de 175 eurodiputados votaron a favor de una moción de censura contra la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y su Ejecutivo, 360 en contra y 18 se abstuvieron. El comportamiento de los grupos políticos durante la votación arroja cinco conclusiones que auguran problemas para Von der Leyen y su equipo en lo que queda de su segundo mandato como presidenta del Ejecutivo comunitario.
Los 360 eurodiputados que votaron en contra de la moción de censura -y por tanto defendieron a la Comisión Europea- son menos que los 370 que la aprobaron en noviembre de 2024. Aunque 18 eurodiputados se abstuvieron, 166 no se molestaron en votar, algunos quizá ni siquiera estaban en Estrasburgo.
Más allá de los legisladores de la Izquierda, que habían anunciado que no se presentarían, varios eurodiputados de los Socialistas y Demócratas (S&D), Renovar Europa y los Verdes/ALE también optaron por no participar en la votación. En muchos casos, era una forma de expresar su descontento con la Comisión de Von der Leyen sin apoyar una moción procedente de la extrema derecha, y a pesar de la línea oficial de su grupo de votar en contra.
"No apoyo las mociones de extrema derecha. Al mismo tiempo, no confío en esta Comisión, que ha traicionado sistemáticamente el mandato que recibió hace un año. Lo veo todos los días (...) en las políticas migratorias, la situación en Palestina, el rearme, el clima y las políticas sociales", declaró tras la votación la eurodiputada italiana Cecilia Strada, una de las legisladoras que no votó. De los 136 eurodiputados socialistas, sólo votaron 98.
No contra la Comisión, pero tampoco realmente a favor
En noviembre de 2024, la Comisión fue aprobada con algunos votos de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), especialmente del partido Hermanos de Italia, y el vicepresidente ejecutivo Raffaele Fitto fue nombrado de sus filas.
Un total de 41 eurodiputados del ECR apoyaron la moción de censura contra Von der Leyen. Un pequeño número de conservadores rompió filas: tres votaron en contra, alineándose con los partidos que apoyan a la Comisión, y otros dos optaron por abstenerse.
Sin embargo, el partido de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, no votó. A pesar de no respaldar la moción y de haber atacado a sus promotores en un enérgico discurso del presidente Nicola Procaccini, los Hermanos de Italia no se atrevieron a ponerse del lado de la Comisión, posiblemente para evitar las críticas internas de la Liga.
Para Von der Leyen, esto es una señal de que el apoyo de Meloni no está garantizado. Es probable que la primera ministra italiana se mantenga leal a la Comisión, pero debe gestionar las tensiones internas de un grupo que se sitúa en gran medida fuera de la mayoría pro-UE.
Los Verdes siguen apoyando, pero ¿por cuánto tiempo?
El grupo de los Verdes/ALE votó mayoritariamente en contra de la moción de censura (33 de 53 eurodiputados verdes), respaldando formalmente a la Comisión de Ursula von der Leyen. Pero varios eurodiputados dijeron a 'Euronews' que el debate interno del día anterior a la votación había sido intenso, aunque ninguno de ellos tenía intención de votar a favor de la moción.
Los Verdes creen que la agenda medioambiental de la Comisión ha quedado en gran medida enterrada bajo los llamados paquetes legislativos "ómnibus", mientras se desmantela el Pacto Verde. Al mismo tiempo, la Comisión está impulsando una política migratoria de línea dura que choca con las opiniones del grupo.
De hecho, varios eurodiputados, entre ellos españoles e italianos, decidieron no asistir a la votación. "Nos oponemos firmemente a la trayectoria de Von der Leyen, así que no participamos", declaró a 'Euronews' la eurodiputada Benedetta Scuderi.
El grupo se encuentra ahora en una posición paradójica dentro del Parlamento Europeo: actuar como parte de la mayoría gobernante mientras pierde sistemáticamente votaciones clave sobre cuestiones medioambientales. ¿Cuánto tiempo seguirán apoyando a una Comisión que ya no defiende sus intereses?
Los grupos de extrema derecha se sienten envalentonados
A pesar de la (ampliamente esperada) derrota de la moción de censura, su proponente, Gheorghe Piperea, se atribuyó una victoria simbólica. "175 votos a favor de los 553 eurodiputados que han votado es una muy buena proporción", afirmó a 'Euronews' justo después de la votación.
"Von der Leyen tendrá ahora que equilibrar dos promesas contradictorias en el presupuesto: mantener el Fondo Social Europeo y reasignar recursos hacia el gasto en Defensa. No veo su mandato muy estable". Según fuentes del Parlamento, los partidos de extrema derecha -posiblemente liderados por el grupo Patriotas por Europa- podrían presentar una nueva moción de censura después del verano.
En palabras del eurodiputado Piperea, esta primera moción de la legislatura pretendía "abrir la caja de Pandora".
El presupuesto de la UE será una auténtica batalla
La próxima semana, la Comisión Europea presentará su propuesta para el próximo presupuesto plurianual, previsto de 2028 a 2034. Y aquí podría intensificarse el choque con el Parlamento.
Las negociaciones presupuestarias, siempre difíciles y polémicas, ya se han entrelazado con la moción de censura. El Grupo S&D se opuso firmemente a la moción después de que Von der Leyen le asegurara que el Fondo Social Europeo (FSE) seguiría siendo una piedra angular del próximo presupuesto de la UE.
Pero el Partido Popular Europeo (PPE) se apresuró a rebatir esta afirmación. "El Fondo Social Europeo nunca ha estado en peligro. Lo tenemos muy claro", dijo el eurodiputado Siegfried Mureșan, principal negociador del PPE para el presupuesto. "Como ya he dicho antes: el Parlamento en su conjunto defenderá el FSE".
Von der Leyen se enfrenta ahora al reto de equilibrar las dotaciones tradicionales de financiación -como agricultura y cohesión- con las crecientes demandas de inversiones estratégicas en prioridades modernas. Entre ellas figuran el apoyo continuado a Ucrania, el reembolso de la deuda de recuperación de COVID-19 y el aumento del gasto en Defensa.
Además, todos los grupos políticos que defendieron a la Comisión contra la moción esperan algo a cambio, y lucharán con uñas y dientes para garantizar la financiación de sus prioridades.