Aunque los familias deberían tener al menos dos hijos para mantener estable el nivel de población europea, las tasas actuales de natalidad apenas superan un vástago. ¿Salvará al continente la nueva ola de padres de más de 60 años?
Los últimos datos sobre fecundidad en todo el continente no distan mucho de ser apocalípticos. Para el año 2024, muchos países europeos registran las tasas de natalidad más bajas de las últimas décadas, si no de la historia.
Mientras los expertos afirman que se necesitan 2,1 hijos por mujer para mantener estable el nivel de población, varios países presentan cifras sistemáticamente inferiores a 1,5.
Alemania: "La migración, única fuente del crecimiento demográfico"
El índice de natalidad de Alemania descendió a 1,35, el nivel más bajo desde 1994 (1,24), que se produjo tras un periodo de recesión. La Oficina Federal de Estadística (Statistisches Bundesamt) afirma claramente que "la inmigración neta fue la única fuente del crecimiento demográfico".
Sin embargo, a pesar de las cifras añadidas por los inmigrantes, la población sólo creció un 0,1% o 121.000 personas el año pasado. En realidad, "murieron más personas de las que nacieron", afirma el instituto.
Los datos también muestran una enorme brecha entre los estados alemanes. Mientras que la población creció en los estados más ricos, como Baviera o Hamburgo, los descensos más acusados se registraron en los más pobres Turingia, Sajonia y Sajonia-Anhalt.
En la vecina Austria, la situación era aún más preocupante en 2024, con el país registrando la tasa de natalidad más baja de la historia: 1,32 o 77.238 nuevos niños, un descenso del 0,5%, según Statistik Austria.
Italia alcanza un nuevo mínimo histórico
Con 166.000 nuevas llegadas, la inmigración también frenó el descenso de la población italiana, pero no lo suficiente como para evitar una caída de la población. Tras años de declive, el país se ha situado por debajo de los 60 millones de habitantes. La tasa de natalidad en 2024 alcanzó un nuevo mínimo histórico (1,18), según el ISTAT: por cada 1.000 personas, sólo nacieron seis bebés, mientras que 11 murieron.
Para colmo, el número de italianos que abandonaron el país (156.000) fue tres veces superior al de los que regresaron (53.000). Los mayores descensos de población se registraron en las zonas más pobres del interior del sur.
Francia: La tasa de natalidad más baja desde el final de la Primera Guerra Mundial
En Francia, tradicionalmente uno de los países más fértiles de Europa, las cifras también descienden rápidamente. Su tasa de fecundidad en 2024, de 1,62, es la más baja desde el final de la Primera Guerra Mundial, según el INSEE.
En los últimos 15 años, la fecundidad del país se redujo en una quinta parte, lo justo para mantener un minúsculo saldo positivo de nacimientos/muertes (+17.000), el más bajo desde el final de la Segunda Guerra Mundial. La esperanza de vida es la única buena noticia. Ha alcanzado los 85,6 años para las mujeres y los 80 para los hombres, un récord histórico.
Inglaterra: La maternidad a edad avanzada frena el declive demográfico
Inglaterra y Gales son una de las pocas excepciones en Europa. Ello se debe a un sorprendente aumento de los nacimientos de padres mayores de 60 años (+14%), que ha contribuido a desencadenar el primer aumento del número de nacimientos en Inglaterra y Gales desde 2021 (+0,6%). Por el contrario, los nacimientos de madres y padres jóvenes cayeron, dice el INS.
La proporción de niños nacidos de padres extranjeros fue significativamente alta: 40% en Inglaterra y casi 20% en Gales, marcando un fuerte aumento del 34% entre 2023 y 2024.
España es otra excepción. Según los datos provisionales del INE, la natalidad en 2024 podría aumentar un 0,4%, gracias a unos 322.034 nuevos bebés.
Como en otros países, el descenso de la fecundidad en España ha ido acompañado de un aumento de la edad de las madres. En los últimos diez años, el número de madres de 40 años o más creció un 8,5%.
Finlandia registra la tasa más baja desde 1776
La tasa de fertilidad de Finlandia bajó a 1,25 en 2024, según Statistics Finland. Es la peor tasa desde que se empezaron a recopilar datos, a finales del siglo XIX, cuando el territorio aún formaba parte de Suecia, que también se enfrenta a problemas demográficos.
La tasa comunicada por Estocolmo para el año pasado es de 1,43, ligeramente superior a la de la mayoría de los países y, sin embargo, la más baja de fertilidad registrada en el país, dice el SCB. El número total de nuevos hijos fue de 98.500, el punto más bajo en 23 años, ya que la población disminuyó en 169 de los 290 municipios del país.
Hungría y Polonia: ¿Fracaso de las políticas pro familia?
A pesar de las recientes políticas encaminadas a impulsar la natalidad, Hungría y Polonia también forman parte del abarrotado club de la baja fecundidad para 2024. Las estadísticas publicadas por Varsovia son especialmente significativas, con una tasa de natalidad del 1,1, lo que significa que el número de nuevos hijos se ha reducido casi a la mitad en comparación con 1990 (1,9).
Además, las mujeres se convierten en madres a los 29 años de media, mucho más tarde que hace 35 años, cuando la edad media era de algo menos de 23 años. Hungría no es una excepción, con 77.500 nuevos bebés el año pasado, la cantidad más baja de la historia, además de una tasa de natalidad de 1,38, nunca tan baja desde 2014, según el KLS húngaro.