A pocos días de la entrada en vigor de las normas europeas sobre inteligencia artificial de propósito general (GPAI), el debate entre innovación y regulación se intensifica. Meta se ha negado a firmar el código, mientras otras grandes tecnológicas lo respaldan.
Una semana antes de que entren en vigor las nuevas normas sobre inteligencia artificial de propósito general (GPAI), que afectan a herramientas como ChatGPT y Gemini, se va perfilando una imagen más clara de la postura de las empresas a la hora de firmar el Código de Buenas Prácticas de la UE sobre GPAI. Meta, el gigante estadounidense de las grandes tecnologías, anunció la semana pasada que no lo firmará, tras denunciar que las normas ahogan la innovación.
El código, que la Comisión Europea publicó la semana pasada, es un conjunto de normas voluntarias que abordan cuestiones de transparencia, derechos de autor y seguridad, con el objetivo de ayudar a los proveedores de modelos GPAI a cumplir la Ley de Inteligencia Artificial. Se espera que los proveedores que se adhieran cumplan la Ley de IA y puedan anticipar una mayor seguridad jurídica, mientras que otros se enfrentarán a más inspecciones.
Los que firmarán
El proveedor estadounidense de IA Anthropic, que desarrolló el asistente de IA Claude como competidor de ChatGPT de OpenAI y Gemini de Google, es la última empresa que ha manifestado su intención de firmar el código. "Creemos que el código promueve los principios de transparencia, seguridad y responsabilidad, valores que Anthropic defiende desde hace tiempo para el desarrollo de la IA en las fronteras del conocimiento", afirma la empresa en un comunicado.
"Si se aplican cuidadosamente, la ley y el código de IA de la UE permitirán a Europa aprovechar la tecnología más importante de nuestro tiempo para impulsar la innovación y la competitividad", añade el comunicado. OpenAI dijo a principios de la semana pasada que también firmaría, afirmando que Europa debería ahora "aprovechar este momento para capacitar a sus ingenieros para innovar y a los constructores para construir el futuro de Europa".
El proceso de redacción del código, que comenzó el pasado mes de septiembre después de que la Comisión seleccionara a un grupo de expertos, fue muy criticado, principalmente por los titulares de derechos, que temían que aumentaran las violaciones de la legislación sobre derechos de autor, mientras que los gigantes tecnológicos estadounidenses alegaban que las normas ahogaban la innovación.
El presidente de Microsoft, Brad Smith, declaró a la agencia Reuters la semana pasada que es probable que su empresa también firme. Smith dijo a principios de año que Microsoft quiere ser "una voz de la razón" ante el aumento de las tensiones geopolíticas.
Los que no firmarán
El gigante tecnológico estadounidense Meta fue el primero, y hasta ahora sigue siendo la única empresa que ha dicho que no firmará el código. El director de Asuntos Globales, Joel Kaplan, afirmó en un comunicado el pasado viernes que "Europa va por mal camino en materia de IA".
Tras "revisar detenidamente" la normativa, Meta no la firmará porque el documento "introduce una serie de incertidumbres jurídicas para los desarrolladores de modelos, así como medidas que van mucho más allá del alcance de la Ley de IA", afirmó Kaplan.
Gry Hasselbalch, experto en ética de los datos y la IA y colaborador de las directrices éticas sobre IA de la UE, declaró a 'Euronews' que el código no aportaba cambios reales sobre cómo las empresas pueden aplicar la IA de propósito general en la UE.
"Las empresas, como Meta, que decidan no firmar el código seguirán teniendo que cumplir la Ley de IA. Firmar el código es, por tanto, una mera formalidad. Tendrán que leerlo y seguirlo para entender cuándo un sistema de IA se considera de propósito general y qué significa transparencia, derechos de autor y seguridad en la Ley de IA", dijo Hasselbalch.
La batalla geopolítica de la IA
Añadió que la propia Ley de IA, una serie de normas que regula los sistemas y herramientas de IA según el riesgo que suponen para la sociedad, "se ha convertido en una ficha en una batalla geopolítica".
"La ley se elaboró en un proceso democrático cuidadosamente diseñado y realizado para crear seguridad jurídica para los desarrolladores y adoptantes de IA en la UE. De hecho, la mayoría de los sistemas de IA pueden desarrollarse y utilizarse con sujeción a la legislación vigente sin las obligaciones legales adicionales de la Ley de IA", afirmó.
Meta aún tendrá que cumplir las obligaciones de la Ley de IA que empezarán a aplicarse el 2 de agosto. Otras grandes empresas tecnológicas, como Amazon o Google, no han querido comentar aún si firmarán.
Los proveedores que ya tengan un modelo GPAI en el mercado tendrán que firmar antes del 1 de agosto, otros pueden hacerlo más adelante, dijo la Comisión. Ese mismo día, el Ejecutivo de la UE publicará una lista de signatarios. El código requiere la aprobación de los Estados miembros de la UE, que están representados en un subgrupo del Consejo de IA, así como de la propia Oficina de IA de la Comisión.