Bruselas y Kiev mantienen contactos para garantizar que el nuevo giro en la legislación mantenga la independencia de los organismos de anticorrupción ucranianos.
La Unión Europea sigue de cerca los acontecimientos que se desarrollan en Ucrania después de que una nueva ley que socava la independencia de dos organismos anticorrupción provocara la primera reprimenda del bloque desde el inicio de la invasión a gran escala de Rusia.
La ley, aprobada por el Parlamento ucraniano y firmada por el presidente Volodímir Zelenski a una velocidad que pilló desprevenida a Bruselas, ha puesto a la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) y a la Fiscalía Especializada Anticorrupción (SAPO) bajo la supervisión directa del fiscal general, un cargo de designación política.
A partir de ahora, el fiscal general podrá seleccionar los casos de los que se ocupan la NABU y la SAPO y reasignarlos a otras entidades estatales, lo que, según los críticos, podría dar más poder al poder Ejecutivo para influir en las investigaciones de alto nivel y, posiblemente, desbaratarlas. El fiscal general también podrá dar instrucciones vinculantes a los organismos.
Los cambios van en contra de la opinión de la Comisión Europea, que considera que tanto la NABU como la SAPO son piedras angulares en la lucha contra la corrupción. El informe sobre la ampliación del año pasado destacaba que la SAPO se había convertido en una "entidad jurídica separada" de la fiscalía general y recomendaba que se permitiera al jefe de la SAPO abrir investigaciones sobre miembros del Parlamento "independientemente" del fiscal.
En respuesta al retroceso, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, se puso personalmente en contacto con Zelenski. "La presidenta Von der Leyen transmitió su gran preocupación por las consecuencias de las enmiendas y pidió explicaciones al Gobierno ucraniano", declaró el miércoles un portavoz de la Comisión. "El respeto del Estado de derecho y la lucha contra la corrupción son elementos centrales de la Unión Europea. Como país candidato, se espera que Ucrania respete plenamente estas normas", añadió.
Ante la presión de las protestas callejeras en toda Ucrania y las advertencias de funcionarios europeos, Zelenski dio marcha atrás y presentó un nuevo proyecto de ley con lo que denominó "garantías plenas de la independencia de los organismos anticorrupción". Su propuesta incluye la realización periódica de pruebas poligráficas a los empleados de la NABU y la SAPO que manejan secretos de Estado.
El texto se presentó el jueves al Parlamento, la Rada Suprema. Su presidente, Ruslan Stefanchuk, confirmó que se examinaría el 31 de julio. "Durante el examen de este proyecto de ley, propondré adoptarlo inmediatamente como base y en su totalidad, así como apoyar su firma urgente", declaró Stefanchuk.
En un comunicado conjunto, NABU y SAPO afirmaron que la nueva ley restablecería "todos los poderes y garantías de independencia del debido proceso" e instaron a su aprobación "lo antes posible". Bruselas celebró con cautela la marcha atrás.
"Acogemos con satisfacción el hecho de que el Gobierno ucraniano esté tomando medidas y trabajaremos con ellos para asegurarnos de que nuestras preocupaciones, que han sido claramente explicadas, son efectivamente tenidas en cuenta", dijo un portavoz de la Comisión el jueves por la tarde, antes de que el contenido del proyecto de ley presidencial fuera accesible.
La Comisión está ampliamente satisfecha con el proyecto de texto, dijo a 'Euronews' una fuente familiarizada con el tema, pero no lo aprobará públicamente hasta que todas las objeciones hayan sido debidamente mitigadas. Bruselas ha ofrecido asistencia técnica a Kiev para afinar los detalles legislativos.
Mientras tanto, Zelenski saltó a los titulares tras negar con vehemencia que hubiera mantenido una conversación telefónica con Von der Leyen. "No me he comunicado con Ursula von der Leyen en los últimos días. Todo lo que se ha escrito sobre ella, todo lo que supuestamente me ha dicho, es falso. No mantuvimos ninguna conversación", declaró, según la agencia de noticias Interfax. La Comisión no hizo comentarios sobre las declaraciones de Zelenski.